Red NB-IoT

Arranca el proyecto territorio rural inteligente de Telefónica

  • La operadora apuesta por la tecnología NB-IoT y una red de sensores para llevar a cabo gestión de servicios para smart region

Telefónica avanza en el despliegue de redes inteligentes en territorios rurales.

Telefónica avanza en el despliegue de redes inteligentes en territorios rurales.

Telefónica apuesta por la disponibilidad de las dos tecnologías de acceso radio licenciadas de LPWA (redes de baja potencia y largo alcance).

Así, además de NB-IoT para usos específicos, ya desplegada, también iniciará la implantación de LTE-M con mayor versatilidad o capacidad de transmisión en movilidad.

La red NB-IoT forma parte de las redes del tipo LPWA (siglas inglesas de Bajo Consumo Área Extensa) que van a revolucionar el sector de las telecomunicaciones para atender las diferentes necesidades que demandan los objetos.

Gracias al despliegue de esta tecnología NB-IoT, Telefónica está desarrollando un papel clave en la iniciativa Territorio Rural Inteligente de la Junta de Castilla y León, de la Dirección General de Telecomunicaciones de la Consejería de Fomento y Medio Ambiente.

Tras el aumento de la demanda de proyectos de smart cities, surge el concepto de Territorio Rural Inteligente (smart region) con el mismo objetivo: introducción de la tecnología en el medio rural.

En la primera fase del proyecto, se ha implantado una plataforma software inteligente, que ayuda a la gestión de los servicios públicos de alumbrado, recogida de residuos y gestión del agua para los pequeños municipios de las nueve provincias de Castilla y León.

Esta plataforma recoge la información de 62 sensores, ubicados en Segovia, Palencia, Soria, Ávila y León, que utilizan la última tecnología en comunicaciones, incluido el Narrow Band IoT (NB-IoT).

El uso de sensores permite monitorizar en tiempo real el funcionamiento y eficiencia de los servicios públicos

La experiencia en Grijota (Palencia) ha sido pionera en el entorno rural en toda Europa. El despliegue de sensores del proyecto se reparten por actividad de la siguiente manera: 42 sensores para determinar los mapas de rutas de recogida de residuos, 11 sensores para conocer patrones de consumo de agua, calidad del agua, detección de fugas, determinación de políticas de riego y bombeo en el caso de la gestión del agua, y por último, 9 sensores para definir políticas de regulación lumínica para el caso de la gestión del alumbrado.

El uso de los sensores permite conocer, en tiempo real, el estado de los servicios públicos, lo que facilita su control y actuación inmediata en caso necesario.

Esto proporciona el poder de adaptar el funcionamiento del servicio a las condiciones específicas de cada momento, así como contar con un análisis de la información generada que permitirá apoyar la toma de decisiones que puedan mejorar y optimizar la prestación de dicho servicio.

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