Son otros diez granjeros (sólo hombres de nuevo en esta edición), con ganas de buscar el amor en sus vidas centradas en el trabajo y alejados del mundillo urbano. Ese es el premio de este reality: encontrar una pareja. Lo demás es convivencia y pulso con esa misma realidad. Hoy, a las nueve y media, vuelve Granjero busca esposa, en Cuatro, con la conducción de Luján Argüelles, y a partir de esta noche las interesadas podrán ponerse contacto con el programa que ya, en emisión semanal, regresará la temporada próxima. Entre los candidatos hay un andaluz, un malagueño, Luis.

-Hoy vuelve usted al campo, a la vida al aire libre, sin demasiado maquillaje, y narrando las vivencias de unos señores a decenas de kilómetros de un centro comercial...

-Todavía no estoy operada y me puedo lucir al aire libre, ja, ja. Si yo tuviera una imagen impecable sería todo muy aburrido. Me gusta la gente auténtica, como la de este programa. Y como yo soy de un pueblo de Asturias, Salas, pues estoy encantada de andar por las granjas y las fincas.

-Telecinco cuenta con usted para que siga siendo un rostro fundamental de Cuatro. Eso es una gran suerte...

-Sí, en estos tiempos es una suerte seguir trabajando, de contar con nuevas propuestas. Es una suerte para mí y para todos aquellos que están en una situación como la mía, en cualquier otro sector. Yo simplemente hago lo que me mandan. En cada programa lo intento hacer lo mejor posible y me encomiendo a mi patrona, la Virgen del Viso. Y también a la Virgen de Luján.

-¿Ha dejado grabados todos los Tienes un minuto de las tardes?

-Terminamos de grabarlos y se emitirán hasta el 15 de julio. A partir de entonces no sé qué va a ocurrir con el programa, estoy a la espera.

-Hoy veremos el programa de presentación y durante tres semanas podrán llamar las interesadas, pero ¿qué puede decir de los próximos granjeros?

-Son lo más. Es una buena selección. Son muy de la tierra. Como cada año, prometen mucha ternura. Son auténticos.

-¿Y cómo es en concreto el malagueño, Luis?

-Es muy atractivo y muy gentleman. Podría mezclarse por cualquier barrio de postín, con su empaque, sus tatuajes. Es un especialista de doma de caballos, tiene una finca de 9.000 metros. Yo digo que tiene el Falcon Crest de los caballos.

-¿Qué le piden a los granjeros y a sus aspirantes?

-Buscamos gente que de verdad quiera tener una relación. No salir en la tele o hacerse famosos a costa del programa. Sino que quieran formar parte del reality y cambiar su vida. Buscamos gente que tenga feeling con los demás.

-¿Se cristaliza el amor en la granja?

-Sí, sí. Nacen y se rompen parejas como en cualquier parte, pero gracias al programa se formaron parejas como Tito y Raquel; Aitor y Ana; Carlos y Natalia…

-Una mujer debe mentalizarse para encarar el programa.

-No es cuestión de mentalizarte, es más bien tener ganas de cambiar de vida. Lo más no tiene por qué ser Nueva York.