Tras un año sin alzar el vuelo, volvió el Festival Aéreo de Motril. Las clásicas exhibiciones de aviones y helicópteros surcando el cielo retornaron en su decimoquinta edición para sorprender a los más entusiastas de los altos vuelos.

El público disfrutó el espectáculo el domingo 20 de junio en las playas Poniente y Granada desde las 11:00 horas, aunque aficionados y vecinos ya pudieron matar el gusanillo el viernes con los entrenamientos, que se prolongaron hasta el sábado. Los aviones acrobáticos hicieron las delicias de los aficionados, que pudieron disfrutar también de exhibiciones de helicópteros como el S-76 Galgo del Ejército del Aire, el EC-135 de Guardia Civil o el AW-139 de Salvamento Marítimo, el Eurofighter, también del Ejército del Aire, o la Patrulla Garra, del Aeroclub Mar Menor, entre otros. Según Serrano, aunque fuera con restricciones, la organización optó por celebrar esta decimoquinta edición para invitar al optimismo. El espectáculo estaba garantizado, cazas, aviones, y helicópteros cruzaron el espacio aéreo motrileño, en un amplio radio que es visible no sólo desde la orilla, permitiendo que el público "se esponje por la playa, paseo, zonas colindantes y no se aglomere en la primera línea de playa", según explicó el teniente de alcalde de Turismo, José Lemos.

Se trata de uno de los festivales de estas características más importantes de los que se celebran en España, junto a los de Gijón, Mataró o Torre del Mar. Los pilotos realizaron una serie de ejercicios acrobáticos y de habilidad, que, en algunos casos, no superaban los 50 metros de altura, lo que permitió que los miles de asistentes puedan disfrutar del espectáculo.