Mensajes a través de redes sociales o anuncios en internet en los que se ofrecen empleos para supuestamente trabajar como azafatas de eventos, animadoras de discoteca o camareras. Este es el gancho que en muchas ocasiones las redes de trata utilizan para captar a mujeres que luego son explotadas sexualmente. Sin embargo, la trata va mucho más allá.

De ello se ha hablado en Motril durante las Jornadas sobre trata de mujeres y menores con fines de explotación sexual, un encuentro que este martes se ha celebrado en el Centro Cultura La General y que ha aunado a expertos y a personas con testimonios directos que han expuesto la injusticia que muchas mujeres y menores sufren día a día debido al proxenetismo y su utilización como mercancía.

La teniente de alcalde responsable de Igualdad, Susana Feixas, junto a la presidenta de Empresarias Motrileñas Asociadas (EMAS), Custodia García, fue la encargada de inaugurar esta jornada, integrada dentro del Proyecto Más libres, Más iguales, contra la violencia de género, liderado por diez asociaciones de mujeres con la colaboración del área de Igualdad del Ayuntamiento de Motril y subvencionado por el Instituto Andaluz de la Mujer (IAM).

Feixas señaló que "la sensibilización e importancia de abordar este tipo de problemas reales por parte de las instituciones es fundamental para la visibilización del mismo". Así, la responsable de Igualdad subrayó que la ONU recalca que "no hay ningún país inmune a la trata" y que sólo en Europa Occidental se han detectado a víctimas provenientes de 137 países diferentes, "aunque los datos apuntan que esta cifra es sólo la punta del iceberg".

"La explotación sexual y el trabajo forzoso siguen siendo las modalidades más destacadas de trata, aunque las víctimas también sufren trata para la mendicidad, los matrimonios forzosos, los fraudes a los servicios públicos o la pornografía. La trata de personas es una flagrante violación de los derechos humanos que se manifiesta como un grave problema de carácter internacional", afirmó Susana Feixas.

Asimismo, la teniente alcalde remarcó que la trata se desenvuelve en el contexto de los actuales procesos migratorios como una forma de obtener víctimas para la explotación sexual, algo que trae irreversibles consecuencias a las mujeres.

"Quedan expuestas a enfermedades de transmisión sexual, sufren violencia física y psicológica, extorsión, destinando todo el dinero a sus proxenetas para pagar una deuda que jamás se salda, además de un sinfín de penurias. Es la esclavitud de nuestro tiempo y, lamentablemente, una realidad en Europa y en nuestro país. Por ello, debemos abordar la situación que nos rodea para trabajar desde los organismos e instituciones en detectar y acabar con esta lacra", aseveró Feixas.

Por su parte, Custodia García hizo hincapié en que dentro de los objetivos de Más libres, Más iguales se encuentra el de promover la sensibilización, concienciación, detección y prevención de la violencia de género y la trata de mujeres y menores con fines de explotación sexual.

El encuentro también contó con el testimonio de Amelia Tiganus, una superviviente de trata convertida en activista de derechos humanos de las mujeres y coordinadora en Feminicidio.net. Tiganus recalcó la necesidad de hablar de todos los agentes que forman parte del sistema 'prostitucional', como los proxenetas y los prostíbulos donde se explota a mujeres.

"Mientras continúe ese sistema se destruye tanto la vida de las mujeres y los menores como cualquier posibilidad de alcanzar la verdadera igualdad. No hay unas cifras concretas sobre cuántas mujeres están explotadas aunque si sabemos que hay 1.500 prostíbulos y una tendencia al alza de pisos que se dedican a este delito. Lo que sí sabemos es que la prostitución y la pornografía facturan más de 10 millones de euros al día y que está incluido en el PIB desde el 2014", expuso Tiganus.

La necesidad de la formación, la concienciación y la visibilización de un grave problema que necesita una atención especializada fue un aspecto que remarcó la integrante del equipo técnico de la Asociación para la Prevención, Reinserción y Atención a la Mujer Prostituida (APRAMP), Paloma Hernández. "Es difícil, es duro, pero es un trabajo que se basa en la coordinación de todos los recursos y agentes de la sociedad para estar, caso por caso, con las víctimas", manifestó.

Asimismo, la jornada también contó con la visión policial del mundo de la trata. Para ello, se contó con el testimonio del subinspector del Cuerpo Nacional de Policía e Interlocutor Social Territorial para la trata de seres humanos, David Vega; así como la visión de Susana Mataix, de la Fundación Amaranta, una entidad encargada de favorecer la integración personal e incorporación social de mujeres y adolescentes afectadas por la prostitución y otras situaciones de exclusión.

Las jornadas se cerraron con la intervención del profesor titular de Derecho del Trabajo y de la Seguridad Social de la Universidad Politécnica de Cartagena (UPCT), Djamil Tony Kahale Carrillo, quien habló sobre los derechos de las mujeres extranjeras víctimas de trata.