Autoescuelas Molina: 40 años de pasión y vocación al volante

Empresas granadinas

La empresa granadina ha formado conductores con dedicación, esfuerzo y humanidad durante cuatro décadas

Jesús Molina, fundador y director de Autoescuelas Molina.
Jesús Molina, fundador y director de Autoescuelas Molina. / Antonio L. Juárez/PHOTOGRAPHERSSPORTS
Rodrigo Vázquez - Redactor

05 de diciembre 2024 - 06:00

Entre los ecos de aceleradores y el sonido inconfundible de motores, se escribe una historia de pasión, esfuerzo y dedicación. La de Jesús Molina, un hombre cuya vida y vocación han quedado íntimamente ligadas al mundo de la conducción, celebrando este 2024 los 40 años de Autoescuelas Molina. Una institución que ha trascendido generaciones, marcando un hito en la educación vial de España.

Para Jesús, la conducción no es solo un oficio; es una forma de vida. Su vínculo con los coches comenzó cuando apenas era un niño. A los nueve años, ya había adquirido su primer libro de teórica, y a los once, ahorró en secreto para tomar su primera clase de manejo. “Desde pequeño me ha gustado mucho conducir. Este trabajo para mí no es un trabajo, es una cosa preciosa porque no hay imposibles”, cuenta con una sonrisa que delata su pasión intacta.

En 1984, después de años de aprendizaje y trabajo en otras autoescuelas, Jesús decidió apostar por su sueño y fundar su propio negocio. Con un sacrificio desmedido, comenzó a las cinco de la mañana y terminaba a las doce de la noche, sin cansarse nunca de su oficio. “Ahorrar para comprar un local fue duro, pero siempre he creído que, cuando amas lo que haces, el esfuerzo vale la pena”, reflexiona.

Hoy, Autoescuelas Molina es mucho más que una empresa. Es un legado. Una estructura que abarca 22 sedes en Granada y 8 más en Málaga, con un equipo de 140 personas que trabajan con un objetivo común: formar conductores responsables, competentes y seguros.

Jesús destaca que su filosofía se basa en la empatía y la dedicación hacia los alumnos. “Lo más importante es transmitir alegría y confianza. El éxito radica en que te guste lo que haces. Si no disfrutas enseñando, no podrás conectar con los alumnos”, explica. Su enfoque ha permitido que miles de personas no solo obtengan su permiso de conducir, sino que también vivan una experiencia única y enriquecedora durante el proceso.

Además, Autoescuelas Molina no solo se distingue por la calidez humana de su equipo, sino también por su compromiso con la calidad y la innovación. Desde precios accesibles hasta el uso de vehículos de última generación, como los nuevos BMW equipados con sistemas de ayuda al conductor, la autoescuela se mantiene a la vanguardia para garantizar la mejor experiencia de aprendizaje.

La vocación de Jesús se transmite a sus empleados y alumnos por igual.
La vocación de Jesús se transmite a sus empleados y alumnos por igual. / Antonio L. Juárez/PHOTOGRAPHERSSPORTS

En estas cuatro décadas, Jesús ha sido testigo de la transformación de la educación vial y de los avances tecnológicos en el mundo del automóvil. Desde los coches manuales de antaño hasta los actuales vehículos con sistemas de asistencia que corrigen la dirección o frenan automáticamente, la seguridad ha evolucionado de forma notable. “Gracias a las innovaciones, hoy en día los accidentes son menos frecuentes y menos graves. Las tecnologías han salvado muchas vidas”, afirma.

Sin embargo, Jesús recalca que, aunque la tecnología ayuda, la verdadera responsabilidad recae en el conductor. Por ello, insiste en inculcar a sus alumnos valores como la prudencia, la atención y el respeto por las normas de tráfico. “Un coche te da libertad, pero también exige responsabilidad”, asegura.

Para Jesús, Autoescuelas Molina ha sido una extensión de su familia. Los alumnos que pasan por sus aulas y vehículos de prácticas no solo aprenden a conducir, sino que también establecen lazos que perduran en el tiempo. “Recibo abrazos de agradecimiento de personas que enseñé hace 20 o 30 años. Ese reconocimiento es el mayor premio que puede recibir un profesor”, comparte emocionado.

El compromiso con los estudiantes no termina con el examen. La autoescuela se asegura de que cada uno esté completamente preparado, ajustando sus métodos y cursos para adaptarse a las necesidades de cada persona. Ya sea un joven de 18 años que busca su primera licencia o un médico trasladado a otra ciudad que necesita aprender a conducir por trabajo, Autoescuelas Molina siempre está ahí para brindar apoyo.

A sus 70 años, Jesús sigue liderando con la misma energía y entusiasmo del primer día. Aunque podría retirarse, su pasión por lo que hace lo mantiene activo y con nuevos proyectos en mente, como la creación de una franquicia que permita a sus profesores continuar con el legado de la autoescuela.

“Quiero dejar esto en buenas manos, pero asegurándome de que la esencia y la calidad se mantengan. Hemos trabajado mucho para llegar hasta aquí, y quiero que las futuras generaciones puedan disfrutar de este sueño como yo lo he hecho”, afirma.

Jesús, con su vasta experiencia, tiene un mensaje claro para los jóvenes: “Sacarse el permiso de conducir a la edad mínima permitida es una inversión en libertad y oportunidades. Un coche te lleva a donde quieras, cuando quieras. Esa autonomía no tiene precio”. Además, anima a todos a viajar, estudiar y aprovechar las posibilidades que ofrece el mundo.

El pasado 19 de septiembre, Autoescuelas Molina celebró su 40 aniversario, un hito que refleja el esfuerzo, la dedicación y la pasión de Jesús y todo su equipo. Durante todo el año, se han llevado a cabo actividades y ofertas especiales para conmemorar esta fecha tan significativa.

Las autoescuelas cuentan con las mejores herramientas para el aprendizaje.
Las autoescuelas cuentan con las mejores herramientas para el aprendizaje. / Antonio L. Juárez/PHOTOGRAPHERSSPORTS

Autoescuelas Molina no es solo un lugar donde aprender a conducir; es un símbolo de superación, vocación y servicio. Una historia que comenzó con el sueño de un joven apasionado y que, 40 años después, sigue rodando con fuerza hacia un futuro brillante.

stats