En las cocinas granadinas de principios del siglo XX se escuchaba a los gatos del Albaicín encelados o en alguna pelea callejera, los pollos del corral haciendo lo propio de un pollo o el tránsito de los burros que bajaban de la Sierra con hielo o agua hacia la ciudad. Unos años más tarde era la radio o la televisión la que marcaba ese sonido diegético que acompañaba al corte de los pimientos para las migas o el suave rasgueo del cuchillo en el pan cuando se partía para acompañar al puchero.

Ahora se escucha un "Alexa, pon mi lista Invierno nostálgico" o directamente se le 'manda' al aparato que reproduzca el podcast favorito mientras se cocina una tortilla del Sacromonte o, directamente para los afortunados, cuando se abre el 'tupper' salvador de mamá. Lo único que hila esas tres cocinas separadas por décadas es el mayor, y el que prevalece sin ayuda, de los usos y costumbres: las recetas tradicionales. 

Desde las transmitidas con cariño de abuelos a nietos hasta las festividades que giran en torno a platos emblemáticos, la comida de la tierra crea lazos emocionales y sociales que trascienden la mesa. Así, hay platos que se asocian directamente a un familiar o a un barrio en concreto donde sabes que se come de maravilla.

A continuación vamos a rescatar 5 de esos platos tradicionales granadinos que irán acompañados de una recomendación de dónde poder probarlos. Granada es la tierra de los bares y con su cocina típica no defrauda. 

Pedir un plato y degustar el sabor de esta legumbre junto a la grasa que deja el jamón pasado por la sartén es unos de los placeres inigualables que te da esta provincia. Granada es verde y rica en productos de huerta por lo que no es de extrañar que esta sea una de las recetas que no faltan en ninguna mesa tradicional. Si a estas habitas les añades un huevo frito, con las puntitas tostadas, tienes un plato completo y delicioso recién salido de la tierra. Tan arraigada está la receta que incluso Arguiñano se hizo eco de la auténtica receta granadina de las habitas con jamón. 

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Tortilla del Sacromonte 

Es difícil encontrar un nombre más granadino para un plato que darle el gentilicio de un barrio como el Sacromonte. La tortilla es uno de los platos más universales pero, cuando se trata de este plato granadino, hay que hablar en serio. Este plato típico lleva un ingrediente original: la casquería, normalmente sesos, mollejas o criadillas, aunque también puede contener pimiento. El sabor es inconfundible y un lugar emblemático para probar la auténtica es Casa Juanillo, en el mismo Sacromonte.

Remojón granadino

Un plato que divierte el paladar con una mezcla de dulce, salado y cítrico, es una de las 'tapillas' típicas en los bares tradicionales de Granada. Se cree que proviene de los árabes, se trata de una de las recetas autóctonas menos conocidas en el exterior y que más adeptos gana en cuanto se la mira de cerca. Con base de bacalao desmigado, naranja, cebolleta, aceitunas negras y aceite de oliva es un plato de verano ideal para acompañar una caña en una de las terrazas de la ciudad. 

Plato alpujarreño 

Aunque ahora se puede comer este potente plato en cualquier parte de la provincia e incluso fuera de ella, tal y como indica su nombre, esta receta procede de la zona alpujarreña. Con una buena base proteica y acompañado de 'papas' a lo pobre y pimientos fritos, es la cura para el frío de las montañas granadinas. Uno de los múltiples lugares donde se puede disfrutar de esta receta es el restaurante Ruta del Mulhacén en Pampaneira.  

Olla de San Antón 

Otro plato para combatir el frío y, eso sí, no hacer planes muy extenuantes para la hora de la siesta. La olla de San Antón es una receta que, aunque toca comerla por estos días, cada vez más es una propuesta perpetua en restaurantes de Granada que, lógicamente se explota mucho más el 17 de enero, día de San Antón y en las jornadas aledañas. Estamos ante un guiso fuerte, con mucha cantidad de cerdo y legumbres que hacen de los estómagos unas fiestas en estos  fríos días granadinos.