Una de las características que define a Granada y su cultura es la tapa. Esa pequeña ración (algunas veces no tan pequeña) que acompaña a nuestra consumición y que nos llena el estómago con ingerir dos o tres. No en todos los sitios funciona de la misma forma, pues en general, en las mayoría de provincias españolas, las tapas se pagan aparte de la bebida, algo a lo que un granadino le puede costar aceptar, ya que el precio incluye bebida y tapa.

Un estudio realizado por Hostelería España, un organismo que representa a las empresas hosteleras a nivel nacional, ha sacado diferentes datos sobre el consumo de la tapa. Se ha realizado a través de una encuesta realizada a 633 establecimientos hosteleros divididos en grupos como son bares, restaurantes y cafeterías. A la vez se han hecho encuestas a los clientes que se encontraban en dichos establecimientos.

Los datos finales dictaminaron que las tapas favoritas por los comensales son la tortilla española o de patatas, la ensaladilla rusa, las patatas bravas, las croquetas y el jamón serrano. En cuanto las preferencia de los clientes extranjeros, la mayoría se decanta por la tortilla española y el jamón serrano.

La mayoría de los establecimientos siguen apostando por la gastronomía local

El análisis señala que el 78% de los encuestados considera que la tapa es el mejor representante gastronómico del país, mientras que un 73% de los extranjeros lo ve así. Otros datos pone en valor la gastronomía local, pues cerca del 90% de los establecimientos apuestan por elaborar tapas inspiradas en la cocina que se dé en la región en la que está ubicado el local.

Por otra parte, cerca del 60% de los establecimientos siguen apostando por complementar la bebida con su correspondiente tapa y menos del 25% se ha planteado quitarla. Este dato es significativo, pues la hostelería ha sido muy castigada desde la aparición del COVID, que supuso un duro golpe para estos establecimientos.

Por último la bebida más consumida para digerir mejor la tapa es la cerveza, que supone el 77% de las consumiciones. Por detrás queda el vino, con algo más del 21% y por último los refrescos. El pico más alto de consumo se produce los fines de semana, que es cuando la gente acude en mayor número a bares y restaurantes.