El terremoto de Granada que volvió negra la Navidad

Todos los granadinos recuerdan el pasado año con cierta amargura. Un cadena de varios sismos sacudió durante varios días el centro de la ciudad y varios municipios de la provincia. Esto ocurrió por culpa de las tensiones acumuladas a lo largo del tiempo en las placas tectónicas. La parte positiva fue que los terremotos, aunque fueron altos en cantidad, no lo fueron en intensidad, un hecho muy positivo ya que la liberación de golpe de la una gran tensión de las placas generaría un terremoto que podría ser peligroso.

Es un hecho que Granada es una zona sísmica. A lo largo del año suelen sucederse varios terremotos de los que muchos de ellos los ciudadanos no son conscientes. A la vez históricamente ha habido registros de terremotos que han sido verdaderas catástrofes.

Uno de los más intensos de los que se tiene información es el que ocurrió el 25 de diciembre de 1884, en plena Navidad. Conocido como el terremoto de Arenas del Rey su epicentro estuvo ubicado en Alhama de Granada. El temblor tuvo una magnitud de entre 6,2 y 6,5 en la escala de Richter, y duró aproximadamente 10 segundos, ubicándose su hipocentro a entre 10 y 20 kilómetros de profundidad.

El terremoto afectó a unos cien núcleos urbanos entre las provincias de Granada, Málaga y Almería. En toda esta zona produjo unas 800 víctimas mortales y en torno a 1500 heridos. Destruyó unas 4400 casas y originó daños en otras 13 000.

La localidad de Arenas del Rey fue la más afectada. Se derrumbaron el 90 % de las casas y el resto sufrieron daños muy graves. Se contabilizaron 135 muertos y 253 heridos. El pueblo fue totalmente reconstruido a cierta distancia del anterior, en la ubicación que actualmente ocupa.

Dadas las comunicaciones existentes en aquella época, la ubicación de los pueblos y que el terremoto se produjo en pleno día de Navidad, hasta el día 27 de ese mes no se conoció con exactitud el daño sufrido. Durante esos días los afectados tuvieron que pasar sobreviviendo como podían en la calle hasta que llegara la ayuda desde Madrid. Para empeorar la situación de los afectados, esos días se produjo en Granada una de las peores nevadas que se recuerda. Esto hizo que muchos afectados acabaran muriendo por frío.