El mítico grupo de pop-rock español La Guardia celebra sus bodas de plata con 25 años no es nada, un álbum donde sus canciones más conocidas son cantadas a dúo con músicos del actual panorama nacional.

"Con el título queríamos dejar claro que esto no es nada, que todavía nos queda mucho por hacer", asegura a Manuel España, líder de la banda.

El disco es un recopilatorio de 12 clásicos de La Guardia en los que La Mari de Chambao, Álvaro Urquijo de Los Secretos, Mikel Erentxun, Ariel Rot, Raimundo Amador, Susana Alba, de Efecto Mariposa, Chenoa, Los Delinqüentes, Cómplices, Javier Ojeda de Danza Invisible, Juan Valverde de La Caja de Pandora y Álvaro Benito de Pignoise, cantan a dúo con Manuel España.

"Para elegir a los cantantes me he guiado sobretodo por la complicidad. Si no hay buen rollo en el estudio no se va a ninguna parte, eso es básico. Por supuesto, también son muy profesionales. Igualmente, ha habido gente que me hubiera gustado que participara, pero que por una cosa o por otra no ha podido, como Flaco Jiménez", explica el compositor.

Para Manuel España, el disco es un homenaje al público, porque, según dice, "ha habido etapas bastante crudas donde no había compañías que apostaran por nosotros, y ellos siempre han estado allí. Había que hacer algo especial y éste es el resultado".

Lejos quedan ya los ritmos tecno y los sonidos mods de sus primeros años. Ahora La Guardia mira hacia atrás orgulloso de su pasado musical, aunque sin nostalgia ninguna.

"Con el tiempo ves que no éramos tan malos (risas), nuestras canciones tenían y tienen una estructura sencilla. Como decía Bruce Lee, 'elimina lo que no sea esencial', y yo creo que La Guardia ha conseguido prescindir a lo largo de los años de las modas y los arreglos sin sentido".

De las doce canciones que componen el álbum, Manuel tiene, sin dudarlo, dos preferidas: Pequeña Lolita, con Ariel Rot y Cuando brille el Sol, con La Mari de Chambao. "Es que Ariel Rot es mi artista favorito", explica Manuel España con una sonrisa de oreja a oreja. "¡Si yo tenía el póster de Tequila en la habitación!".

Con La Mari, comenta: "Conecté muy bien, nuestra música es muy diferente pero ella se lanzó y ha quedado fenomenal". Porque La Guardia, como dice Manuel España, es un grupo de rock, de los de "chupa y guitarra" pero además, sensibles. "No tenemos miedo a mostrar nuestros sentimientos, cuando alguien nos cuenta que se casó con una canción tuya de fondo, te emocionas", explica.

La filosofía es para todos los componentes de La Guardia la misma. Son, ante todo, amigos de toda la vida y se reúnen para tocar, que es sinónimo de pasarlo bien. "Nuestro lema es que ensayar es de cobardes, nosotros, cuando tocamos, es para disfrutar".

El grupo se subirá al escenario el próximo 17 de mayo en Logroño y continuará la gira de presentación de 25 años no es nada a lo largo de todo el 2008.

La Guardia se formó a comienzos de los años ochenta en Granada en torno al núcleo formado por Manuel España y el guitarrista Joaquín Almendros. En un comienzo, el grupo se llamó La Guardia del Cardenal Richelieu y tuvo cierto éxito a nivel local con un single. Posteriormente, la formación se convirtió simplemente en La Guardia con la participación de Enrique Moreno Conejo al bajo y Emilio Muñoz a la batería. Fue esta formación la que comenzó a cosechar éxitos hasta la edición del álbum Vámonos, que los llevó al estrellato absoluto.

En 1994 Enrique Conejo murió de una enfermedad cardiaca y el grupo entró en una espiral de crisis que culminó con la disolución de la banda. Poco tiempo después, Manuel España intentó hacer resurgir al grupo sin la participación de Joaquín Almendros, lo que llevó a los dos a establecer pleitos legales. Manuel España logró finalmente utilizar el nombre del grupo y las viejas canciones que había compuesto con su antiguo guitarrista.