Vía Augusta
Alberto Grimaldi
Anatomía de un bostezo
HACE semanas criticaba a la presidenta de la Junta en funciones por, a mi juicio, su incapacidad para ver que los resultados electorales le daban el derecho a gobernar pero con otros modos. Ya siendo presidenta está por ver si realmente lo hará de otras maneras. Su mandato ha sido facilitado por el mismo partido que ha permitido en Granada otro gobierno de un alcalde cuyo único discurso en los últimos cuatro años ha sido un "Sevilla no nos quiere" y la búsqueda continua del enfrentamiento con la Junta de Andalucía.
En Granada había otra opción de gobierno, una opción que cambiara el enfrentamiento por el diálogo. Imagino que los socialistas ya habrán aprendido que fue un tripartito el que allanó el triunfo de los populares, imagino que también aprendieron que no era de recibo que sus candidatos derrotados se fueran rápidamente del poco amable sillón de la oposición; sin embargo no han aprendido que el peor enemigo son los propios o los que fueron de los suyos.
Así pues, al menos hasta noviembre, seguiremos tomado el LAC si es que hay dinero para llenarle los depósitos, seguiremos pidiendo un chavico para el Albayzin, seguiremos teniendo los mejores botellones del país, seguiremos esperando a que el Centro Lorca se abra y seguiremos escuchando grandes ideas como el ascensor a la Alhambra. Se ha perdido la opción de hacer otras cosas o incluso, si me apuran, algunas iguales pero de otro modo y con otra imagen. Decepcionante el papel del líder de Ciudadanos en Granada. Para semejante viaje podía haberme quedado en casa.
Dicen que la política es el arte de lo imposible, pero hay artes con muy mal gusto. De mal gusto es que te insulten y que te digan que vienes disfrazado pero pelillos a la mar, todo se disculpa. De mal gusto es pedir una cabeza y conformarse con un aplazamiento para que "y ahora no me voy", se termine marchando a los madriles. Cuanto amor por la ciudad y cuanta humildad obligada tras el batacazo electoral. Y de peor gusto es retratarse delante de una pierna de cordero, un churrasco, unas gambas y una de jamón mientras un tercio de los niños de Andalucía están en riesgo de pobreza. Si así trabajan nuestros políticos, aquí no ha cambiado nada. La derecha juntita y la izquierda a la gresca. Esa historia ya la estudié muchos años atrás. Vale.
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