La ciudad y los días

Carlos Colón

Raras sensibilidades

VALGA Sudán como ejemplo. Entre 1983 y 2005 los musulmanes asesinaron a dos millones de víctimas civiles "infieles" y provocaron la huida de cuatro millones de desplazados. Desde 2003 hasta hoy el enfrentamiento entre sudaneses de origen árabe o negro africano en Darfur ha causado 400.000 víctimas y dos millones de desplazados. Un genocidio de carácter religioso y racial. ¿Han visto alguna manifestación (con artistas invitados) contra esta tragedia? Yo tampoco.

¿Por qué esto no indigna a los espíritus sensibles que se manifestaron el domingo pasado? ¿Por qué tampoco les indigna el conflicto de Afganistán, que produce el más alto número de refugiados del mundo, o el del Congo, que afecta ya a un millón de refugiados? ¿Porque no hay judíos a los que culpar? ¿Por qué a los manifestantes del domingo les indigna más Israel que Irán? ¿Por qué no se manifestaron cuando 113 terroristas suicidas de Hamas sembraron la muerte en centros comerciales, restaurantes, cafés, escuelas y autobuses israelitas? ¿Por qué les duelen más las víctimas palestinas -que deben dolernos tanto, pero no más, que las de cualquier otro conflicto- que las del terrorismo islámico? ¿Por qué tras el 11-S neoyorquino (3.000 civiles asesinados) la izquierda cochambrosa en el mejor de los casos se calló y en el peor tuvo el cinismo de responsabilizar a los Estados Unidos de haber suscitado la ira fundamentalista? ¿Por qué tras el 11-M madrileño (191 civiles asesinados) se puso tanto cuidado en no ofender a los islamistas haciendo caer sobre todos la culpa, no se toleraron gritos contra ellos en ninguna manifestación y hasta en las placas conmemorativas se elude nombrar quiénes fueron los causantes de la tragedia, mientras en las manifestaciones del domingo se gritaba "¡judíos asesinos!"? ¿Por qué, diciéndose demócratas, pacifistas y laicistas, jaleaban el terrorismo islamista de Hamas y reclamaban una intifada?

Los manifestantes del domingo no parecen tener la misma sensibilidad para con todos los conflictos y todas las víctimas, al igual que tampoco parecen tener clara la diferencia entre dictadura y democracia. Entre los premios Sajarov por la defensa de los derechos humanos que concede el Parlamento Europeo se encuentra el abogado sudanés Salih Mahmoud Osman, por su actuación en Darfur, y los activistas Oswaldo Payá y Wei Jingsheng por su lucha en favor de la democracia en la Cuba y la China comunistas. ¿Han visto alguna vez a los rostros más populares que se lucieron en la manifestación del domingo protestando contra las matanzas sudanesas o las dictaduras cubana y china? Yo tampoco.

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