A Cappa y espada

El 2+2 pone un nubarrón en los pactos PP-Cs de la provincia de Granada

  • La amenaza del cambio de Gobierno en el Ayuntamiento de Granada si Luis Salvador no cede el bastón de mando en junio podría afectar a los gobiernos de coalición que mantienen ambos partidos

El 2+2 pone un nubarrón en los pactos PP-Cs de la provincia de Granada

El 2+2 pone un nubarrón en los pactos PP-Cs de la provincia de Granada

Una de las imágenes icónicas del siglo XX es el momento en el que a George Bush hijo le comunican el ataque a las Torres Gemelas el 11 de diciembre. El hombre estaba en un encuentro con escolares y no movió una ceja, se mantuvo impertérrito hasta que terminó el acto minutos después. Más castizo es el lance de don Tancredo, en el que el torero se queda inmóvil ante el morlaco, una suerte que sublimó Mariano Rajoy. De cara a la opinión pública a Luis Salvador no se le ha movido el flequillo con la amenaza nada velada de Sebastián Pérez de una moción de censura en junio si no da un paso atrás para que la Alcaldía quede en manos del PP haciendo cumplir el supuesto pacto del 2+2. Otra cosa son los movimientos entre bambalinas y en el tablero político del autor de Jaque al Rey. Sólo que ahora el rey es él y tiene que evitar acabar fuera de la partida en el cajón de las piezas caídas. Pero la partida no ha terminado y ahora su jugada es la de presionar al PP con la posibilidad de que, si finalmente acaba perdiendo la Alcaldía, pueden irse al traste todos los acuerdos de gobernabilidad que existen en la provincia, con plazas de la relevancia de Motril, entre otras muchas.

Fran Hervías, el resucitado

Y en este contexto de guerra fría hay que incluir la visita de Fran Hervías esta semana a Granada, con parada incluida en el Ayuntamiento de Granada, donde ni se cruzó con el alcalde, Luis Salvador, a quien curiosamente le consiguió el bastón de mando cuando era el todopoderoso secretario de Organización de Ciudadanos.

En esta visita, el ahora senador por Andalucía sí se ha reunido con el concejal Manuel Olivares y con el parlamentario andaluz Raúl Fernández, un encuentro publicitado en las redes sociales que, más allá del canto a la amistad entre tres buenos compañeros, es un mensaje directo al alcalde de Granada. “Después de una mañana de reuniones y proyectos de futuro siempre hay tiempo para disfrutar de los amigos. Siempre caminando juntos”, escribió Hervías en su cuenta de Twitter con una foto junto a Olivares y Fernández. Y lo que está meridianamente claro es que en esos planes de futuro no entra Luis Salvador.

Raúl Fernández ha sido hasta hace apenas unos días el secretario de Organización en Granada y, junto a Fran Hervías, tejió todos los pactos en los municipios entre los naranjas y los populares. Así que este encuentro es un pulso y un recordatorio de quién manda en la provincia, más allá de los cargos orgánicos. Otro aviso para navegantes es la agenda de Raúl Fernández, con reuniones con los alcaldes de Las Gabias, La Zubia o Peligros, gobernados por el PP con el apoyo de Cs. También ha mantenido encuentros con los diputados provinciales y con diversos concejales, en principio recabando como parlamentario las necesidades de los municipios, pero también dejando claro que, en este momento, Inés Arrimadas ha desacreditado públicamente a Juan Marín y al propio Luis Salvador en su idea de, como mínimo, concurrir a las próximas elecciones en un Andalucía Suma junto a los populares. Tras estas declaraciones el ruido de un trasvase al PP sin la vaselina de la coalición cobra aún más fuerza.

A su lado, Fran Hervías sigue siendo un peso pesado en el partido tras cerrar personalmente uno a uno todos los pactos a nivel nacional tras las elecciones de 2019 y ha superado en resurrecciones a Lázaro de Betania después de conseguir entrar en el nuevo Consejo General de Ciudadanos. Así que el control del partido en Andalucía y el futuro político de Salvador están íntimamente ligados en una historia en la que el alcalde y el vicepresidente del Gobierno andaluz se han convertido en una extraña pareja en la que, por físico, a Marín le corresponde el papel de Walter Matthau, aunque quien le entregó a Salvador la Alcaldía en bandeja de plata fue Hervías. Claro, estas reuniones también tienen otro trasfondo; Marín se está quedando sin soldados en Andalucía y Hervías, hombre previsor, ya estaría preparando el terreno para las próximas primarias de cara a elegir al candidato a la Junta , siempre y cuando no medie un dedazo de por medio como en el caso de Carrizosa en Cataluña.

Tensiones con el 'sucesor'

Y pese a la aparente normalidad que reina entre PP y Cs en el Ayuntamiento, Salvador ha desacreditado públicamente al que podría ser su sucesor en el despacho de la Mariana, el popular César Díaz. El desencuentro viene a raíz del llamado ‘gilicarril’, término del que el concejal de Vox Onofre Miralles tiene el copyright y que, según cuentan, el propio Díaz ha pronunciado en algún descuido. El alcalde señaló esta semana que estos carriles reservados están provocando un número de quejas “muy elevado y un malestar generalizado de buena parte de la sociedad”, unas declaraciones a la yugular de una de las medidas estrella tomadas por el concejal de Movilidad, que lleva meses defendiendo este carril reservado pese a su impopularidad en algunos sectores.

Lo cierto es que quedan apenas seis meses para la gran decisión de Sebastián Pérez, quien, al margen de todos los movimientos que se están produciendo, tiene la última palabra. Y la última bala.

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