Andalucía

Griñán afirma que sólo dimitirá "si el pueblo" le retira la confianza

  • La portavoz de los populares andaluces, Rosario Soto, ve al presidente "sin ganas, cansado y acosado por su partido" · El PP dice temer otra crisis de gobierno en la Junta, la sexta en la presente legislatura

El presidente de la Junta, José Antonio Griñán, dejó ayer claro que por su cabeza no pasa la idea de la dimisión, al menos por cuestiones internas de partido. El líder del PSOE-A, que ayer visitó el nuevo espacio público del barrio del Monumento en la localidad sevillana de San Juan de Aznalfarache, afirmó que el que le hará dimitir, en todo caso y si le retira la confianza, "es el pueblo", ya que él, por su propia iniciativa, no va a dimitir "como es lógico".

Griñán se expresaba en estos términos después de que El Mundo publicase ayer que se cuestionaba "seguir al frente del partido y de la Administración autonómica" tras una "tensa" reunión en Madrid con la secretaria de Organización del PSOE-A, Susana Díaz, con el portavoz de la formación en el Parlamento, Mario Jiménez, y con los líderes provinciales del partido. Ante ello, Griñán reaccionó con ironía afirmando que él no estuvo en esa reunión. "Yo tuve una cena ese día, pero esa concreta que he visto narrada, yo me la perdí ", aseguró.

Por su parte, el PP-A lamentó ayer la situación actual del Gobierno andaluz tras los resultados de las elecciones municipales, por lo que teme que se produzca la sexta crisis del Ejecutivo en la región en esta legislatura con un presidente y secretario general del PSOE-A, José Antonio Griñán, "sin ganas, cansado, acosado por su partido y que amenaza con dimitir" ante sus secretarios provinciales. Así lo indicó en rueda de prensa la portavoz del PP-A, Rosario Soto, quien advirtió que la sexta crisis de gobierno sería "muy perjudicial" pues implicaría "una paralización más si cabe de la administración", justificado, según ella, por "un gobierno agonizante, sin impulso y carente de ideas", por lo que pidió a Griñán que "no se engañe más, porque el problema no son los diferentes consejeros, sino él".

En este sentido, la popular recriminó que "los problemas internos del PSOE no pueden conllevar a cambios directos en los gobiernos y crisis en las instituciones públicas", al tiempo que indicó que "el PSOE ha demostrado una vez más que no es capaz de gestionar, que las soluciones no quiere ponerlas en marcha y lo que hace con sus cambios es generar más problemas", por tanto, añadió Soto, "la solución a la crisis sólo puede venir de las urnas".

No obstante, Soto dijo temer que el Debate del estado de la Comunidad, que se celebrará la semana próxima, "en vez de estar centrado en las preocupaciones reales de los andaluces, con el paro y los verdaderos dramas familiares, esté marcado por la posibilidad de la crisis de gobierno", porque, criticó, "el presidente está lastrado y su ejecutiva y partido están rotos". Por todo ello, defendió que "Andalucía no se merece un presidente acosado por su partido", así como "un gobierno sordo e incapaz de dialogar, y un PSOE que utiliza la Administración pública para resolver sus problemas internos"; de hecho, según Soto, "ya ha dado el primer paso sumando al Gobierno de la Junta su crisis en los ayuntamientos y el segundo paso es que volverá a cambiar el gobierno", pronosticó. Como alternativa, la popular dijo que los andaluces van a tener "el ejemplo del nuevo gobierno" a través de la Federación Andaluza de Municipios y Provincias (FAMP) con el PP, en un organismo en el que la formación tendrá una mayoría muy amplia, detalló Soto, quien manifestó que "el PP-A no quiere que la FAMP sea un apéndice de un partido, sino que todos se impliquen y no ocurra lo que ha ocurrido antes".

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