Distintas aguas bañan las costas de Málaga y Huelva, con dos realidades que pueden parecer encontradas, pero en la que, a poco que se miren con detenimiento, presentan muchas similitudes. Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga, y David Toscano, homólogo a orillas del Tinto y el Odiel, han reclamado este miércoles las infraestructuras hidráulicas y de movilidad que requieren sus provincias en un desayuno coloquio organizado por el Grupo Joly –editor de este periódico–, con el patrocinio de Hidralia, en el Hotel Barceló de Málaga. 

"Demandas históricas" como el tren litoral de la Costa del Sol, la conexión ferroviaria Huelva-Sevilla en media hora, la mejora de la conexión por carretera con Extremadura, la supresión del peaje de la A-7 mientras llega el tren, la presa de Alcolea o desaladoras en Axarquía y Mijas han ocupado parte del debate entre los dirigentes supramunicipales en Atlántico y Mediterráneo, dos visiones de una Andalucía en común. 

Si bien ambas provincias parten de una situación distinta –Huelva no tiene falta de agua, sino dónde almacenarla cuando cae, y Málaga cuenta con aeropuerto internacional y AVE, mientras que en Huelva se estudia un aeródromo privado y se tarda más en tren que en coche en llegar a Sevilla– el origen de estas carestías es similar "la falta de planificación y ejecución previa". 

Marcos Martín, consejero delegado ejecutivo de Hidralia; Francisco Salado, presidente de la Diputación de Málaga; David Toscano, presidente de la Diputación de Huelva, y Tomás Valiente, director general de Grupo Joly.

En Huelva, anuncia Toscano, para combatir contra este "déficit histórico" se han remangado las camisas y se han puesto a trabajar en conjunto: "Lo primero que hemos hecho es crear una mesa por las infraestructuras. Ahí están todas las administraciones, de todos los colores, pero también las asociaciones que lo han pedido y han querido". Después de la formación, ha anunciado el onubense, han recogido todas las demandas, las han jerarquizado y ya están concluyendo un documento "bastante armado con las seis infraestructuras que son necesarias". 

También sirve la mesa, ha explicado, para valorar y agilizar cada una de las infraestructuras que se encuentran en distintos puntos. Algunas no tienen financiación asignada aún, "otras tienen ya financiación consignada, pero no se ha empezado la obra, y otras tienen dinero, se ha empezado, pero están a falta de tramitar burocracia, también esta mesa está para que todas las administraciones arrimemos el hombro y agilicemos esos trámites". 

Esta camaradería, el remar todos a una, genera envidia en Málaga donde, ha afirmado Salado, "el subdelegado del Gobierno dice que si tenemos tantas ganas [del tren litoral], que lo haga la Junta de Andalucía. Es una falta de respeto enorme".  En este sentido, ha acusado al Gobierno central de "estar encargando un estudio detrás de otro, para eternizar el problemas, es un caso más de la administración echando balones fuera". 

Mientras, ha recordado, el Ayuntamiento de Málaga –con la financiación de Unicaja– ha encargado y remitido al Gobierno un estudio previo del tren a Marbella, "y el secretario general de Transportes dijo que no había datos para sostener la necesidad del tren litoral". "No es de recibo que se tarde menos a algunos puntos de Europa vía aeropuerto que en llegar de este a Estepona", ha subrayado Salado. 

Además, ha recordado que "los gobiernos que planificaron infraestructuras en Málaga fueron los de color azul [por el Partido Popular, al que pertenece], mientras que los de otro color ejecutaron o inauguraron pero, ¿cuántas obras han planificado los del otro color?".

En cuanto a las infraestructuras hidráulicas, Toscano ha destacado que Huelva "ahora mismo y por suerte no estamos en una situación como la de Málaga, tenemos 645 hectómetros cúbicos ahora mismo, que nos da cierta tranquilidad". Pese a ello, el pasado fin de semana "no pudimos almacenar 128 hectómetros por no tener una presa para ello", en referencia a que la infraestructura de Alcolea, "solucionaría todos los problemas", señalando que están "cubiertos" por un acuerdo para compartir agua con Portugal, procedente del Guadiana, si bien en temporada de sequía, "Portugal tampoco es propenso a dar un recurso tan importante". 

Otro de los puntos clave en cuanto al agua en Huelva tiene que ver con Doñana y las fresas, "se demoniza muchas veces a los agricultores cuando gracias a ellos Doñana está como está, ellos la han preservado", además de recalcar que el Seprona está constantemente investigando los pozos ilegales". "Que estemos quitando el agua de Doñana con las fresas y los frutos rojos es mentira", ha sentenciado, a la vez que recordaba que los israelíes tienen técnicas para cultivarlas "sin mucho uso de agua y la misma calidad", en las que se está avanzando. 

En la captación de ilegales se ha encontrado con Salado, que ha afirmado que en la Axarquía, ahora se están persiguiendo las captaciones ilegítimas, "pero habría que haberlo hecho desde el principio". "Somos dados a eludir responsabilidad, la falta de agua no es por los subtropicales, es por no haber ejecutar las obras que había que hacer, que las sabíamos todos porque todos los expertos lo decían". 

Entre ellas ha señalado la tubería entre la Axarquía y Málaga capital proyectada durante la sequía de 1995, "que se paró en cuanto empezó a llover el año siguiente, cuando no tenía que haber sido así". Sin soltar la idea de la falta de planificación, el presidente de la Diputación ha lamentado que "por mucho que queramos y dediquemos recursos ahora no se puede hacer en cinco años lo que no se ha hecho en 20". 

Sin embargo, no sólo en las reclamaciones Huelva y Málaga –o Málaga y Huelva, tanto monta, monta tanto– pueden darse la mano, también en los pilares del futuro encuentran ambas provincias un basamento similar sobre el que seguir construyendo su edificio. 

Por un lado, ambas ven un futuro próspero en la agricultura –fresas y frutos rojos por un lado, subtropicales, en el Mediterráneo–, en la industria –la mayor producción de hidrógeno verde, en Huelva; la tecnológica, en Málaga– o el turismo, "más me gustaría tenerlo todo el año, como en Málaga, nosotros estamos llenos en verano, pero en invierno... podéis mandar los que os sobren", bromeaba Toscana acerca de las similitudes. 

Así, el onubense sacaba pecho por el último anuncio en la industria verde, "seremos la primera planta de Europa". Toscano recordaba que si en otro momento Huelva fue referencia de la industria, "pero contaminante", ahora "lo seremos de la verde, con la planta de hidrógeno y metanol más grande de Europa de la mano de Huelva, que traerá no sólo energía limpia, sino mucho empleo". Pero esta planta va a requerir, "las instalaciones de electricidad y agua de calidad, en eso estamos ahora". 

En cuanto a la energía verde, Salado, desde la Diputación tiene un plan más reducido: "primero hay que probar y ver si sale bien", pero también innovador: hacer una comunidad energéticamente sostenible con fotovoltaicas en Benarrabá. Para ello han destinado 1,9 millones de euros, pero si sale bien y acaban siendo consumo cero "iremos a buscar fondos Next Generation para hacerlo en más pueblos". 

Algo parecido están implementando en las serranías de las Nieves y Ronda, con el impulso de la biomasa: "es un sistema casi perfecto, con las astillas que limpiamos de los bosques, generamos biomasa en Yunquera y mediante una caldera [que ya han instalado en el municipio] producen calor para todos los edificios públicos". Además, deben transportar y tratar estas astillas de madera "por lo que estamos creando trabajo en el municipio". Para ello invierten seis millones de euros. 

Pero también en las medidas contra la posible despoblación y la soledad de los mayores en el interior han encontrado un punto común Salado y Toscano, toda vez que las administraciones que ambos dirigen deben encontrar soluciones donde no alcance los pequeños municipios. 

Cajeros automáticos en todos los pueblos, planes de turismo interior o teléfonos y actividades de acompañamiento que ambas provincias desarrollan con la intención de que hasta el último rincón que cuente con ayuntamiento de ambas provincias no pierda la vida y, sobre todo, que los que que allí permanezcan –esperando que sean cada vez más– lo hagan con la mayor calidad de vida.