Una línea marítima entre El Puerto de Santa María y Tánger (Marruecos). Esta es la iniciativa que están impulsando el empresario Juan Vaca Ramos y el doctor en Ciencias Náuticas José Valencia Roldán. Un proyecto que de contar con el visto bueno de las autoridades competentes podría suponer un auténtico revulsivo económico para el municipio portuense.

Sus impulsores ya lo han presentado al Ayuntamiento, a través del concejal de Turismo, Ángel Quintana, quien les ha facilitado un encuentro con responsables de la Autoridad Portuaria de la Bahía de Cádiz (APBC), fijado para el próximo miércoles, 13 de enero. En dicha reunión estarán también presentes responsables de la empresa municipal Impulsa El Puerto.

Vaca cree que El Puerto presenta una magnífica situación para albergar un servicio de este tipo, ya que cuenta con un aeropuerto a pocos kilómetros e inmejorables conexiones por carretera y vía férrea. El empresario portuense lleva dándole vueltas a este proyecto desde 1992 cuando lo planteó a algunos operadores turísticos y al Ayuntamiento de la época, aunque sin resultados. Ahora, Vaca considera que sería un buen momento para impulsar este proyecto en el nuevo muelle que la APBC tiene habilitado en la margen izquierda del Guadalete, junto al espigón de Valdelagrana, donde únicamente habría que construir una pequeña terminal marítima para albergar la sala de espera, las taquillas y una cafetería y habilitar un servicio de aduanas. Para Vaca, este emplazamiento es el ideal, ya que no afectaría al corazón de la ciudad y sería de fácil acceso y con mucho espacio para aparcamientos.

El proyecto ya cuenta además con un par de inversores interesados, dos armadores que operan en otras zonas de la península y que estarían dispuestos a financiar la puesta en marcha de la línea, siempre que las autoridades le den su apoyo al proyecto y los trámites administrativos no se eternicen.

El proyecto pasaría por cubrir el trayecto entre El Puerto y Tánger mediante ferrys rápidos en un tiempo aproximado de dos horas, bordeando toda la costa desde la desembocadura del Guadalete.

El plazo que se han marcado los impulsores de la iniciativa para que esta pueda ver la luz es de unos dos años, un plazo que consideran suficiente para poner en marcha todo el procedimiento necesario de permisos y autorizaciones administrativas que requeriría el proyecto.

Los impulsores cuentan también con una serie de contactos en Tánger para ir moviendo el proyecto en tierras marroquíes y confían en que la diligencia de las distintas administradores permita que este proyecto no caiga en saco roto para una zona muy castigada por el paro.