Desde que el pasado viernes pasaron por el Consejo de Ministros los próximos Presupuestos Generales del Estado, el PP-A no ha dejado un solo momento de definirlos como "anti andaluces", después de que su aprobación esté condicionada por el pacto entre PSOE y PNV, y que le hace augurar que son unas cuentas poco adecuadas para las necesidades de la comunidad. Ayer, volvió a insistir en esta línea el secretario general del PP-A, Antonio Sanz, que reforzó esta teoría aventurando un incumplimiento del Estatuto si los PGE no incluyen los 2.100 millones que calculan que el Gobierno ha dejado de invertir en Andalucía en 2008 y 2009.

Esta reacción no deja de sorprender al PSOE. Su vicesecretario general, Rafael Velasco, acusó al PP de "falta de rigor" por atacar unos presupuestos cuyo contenido desconocen, y por rescatar la idea de que "España se rompe", cuando no será así ya que no habrá "agravios". Esta estrategia, para Velasco, tiene su origen en el presidente del PP-A, Javier Arenas, del que aseguró que su único interés es "la urna".

Velasco insistió en que con el Gobierno de Zapatero es cuando más inversión ha llegado a Andalucía, muy al contrario de los "malos tiempos" del PP. Por eso, aseguró que habrá unos "buenos presupuestos" y dentro del capítulo de inversión estará la que es la prioridad del Ejecutivo andaluz: la mejor coordinación de las políticas activas y pasivas de empleo con el Gobierno a través de la reforma del Servicio Andaluz de Empleo.