Las aguas turbulentas de Gibraltar han llevado al propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, a enviar a uno de sus hombres de confianza a mantener un encuentro con el ministro principal gibraltareño, Peter Caruana, con el objetivo de intentar apaciguar algo que lleva camino de convertirse en un conflicto enconado. El delegado de Zapatero no ha sido otro que el secretario general de la Presidencia, Bernardino León, quien mantuvo una entrevista con Caruana días después de los incidentes registrados en aguas de la Bahía de Algeciras, muy cerca del Peñón, entre la Guardia Civil y una patrullera de la Armada, por parte de España, y fuerzas de seguridad de la Roca y del Reino Unido, por otra.

Del encuentro, del que apenas han trascendido detalles, informaron fuentes de Gibraltar, que en un escueto comunicado señalaron que la cita entre León y Caruana tuvo lugar en el Campo de Gibraltar. Aunque de la entrevista surgieron conclusiones como la posibilidad de celebrar un encuentro a nivel ministerial del Foro de Diálogo que componen los gobiernos de España, el Reino Unido y Gibraltar y que debía haberse desarrollado en otoño pasado, buena parte de ella estuvo dedicada a los incidentes entre agentes españoles y gibraltareños. "Se han abordado cuestiones de actualidad, incluido el asunto de las aguas", señalaron fuentes participantes en la reunión.

León reiteró a Caruana que el Ejecutivo español propugna que las cuestiones de soberanía se tratan única y directamente con el Reino Unido y que el Foro está para abordar los temas que contribuyan a mejorar la cooperación en asuntos locales. Debido al contencioso que mantienen las fuerzas de seguridad de una y otra parte en las aguas del Peñón y la posición del ministro principal de Gibraltar -que exige a España que reconozca formalmente la jurisdicción gibraltareña-, la ministra de Asuntos Exteriores, Trinidad Jiménez, no tiene prisa en convocar un encuentro ministerial.

El PSOE expresó ayer su confianza por que la cita entre León y Caruana evite más incidentes, mientras que el PP criticó al Ejecutivo por reunirse con Gibraltar sin presencia británica.