Enésimo debate sobre el caso de los ERE en el Parlamento andaluz, y enésima repetición de los mismos argumentos. Mientras el PP, por boca de Rafael Carmona, exigió responsabilidades políticas al PSOE, comenzando por el presidente de la Junta, José Antonio Griñán, el consejero de Economía, Antonio Ávila, aseguró que lo sucedido le provocaba "repulsa y desprecio", pero ahí se quedó.

En su intervención, Antonio Ávila admitió que se habían producido "conductas impropias" de altos cargos, pero sólo en referencia a el ex director general de Empleo, Francisco Javier Guerrero. "Asunción de fallos y admisión de disculpas", dijo Ávila, pero a partir de ahí, saltó del caso ERE al de Bárcenas y solicitó a los populares andaluces que admitiesen ellos las responsabilidades políticas.

Rafael Carmona acusó al PSOE de querer haber "pringado a todos": a las empresas beneficiarias de las ayudas, a los trabajadores, a los sindicatos, a las aseguradoras y a los despachos de abogados más "prestigiosos". Carmona solicitó a Ávila que reconocieran las responsabilidades políticas y éstas se asumieran mediante dimisiones.

Tras la celebración de la comisión de investigación, el PP solicitó la presencia en la Cámara de la consejera de Hacienda, Carmen Martínez Aguayo, para explicar unas declaraciones en televisión en la que consideraba responsable político al ex consejero de Empleo José Antonio Viera. Entre la comisión y esta intervención, José Antonio Griñán también compareció, a petición propia, para explicar el caso.

La opinión de Antonio Ávila es que la petición de su comparecencia ayer se debió a la preocupación del PP por el caso Gürtel, Bárcenas y los sobresueldos.