Andalucía

Diez detenidos y tres policías heridos en el motín de un centro de menores

  • Los jóvenes protagonizaron una revuelta en el Ángel Ganivet, de Granada, para evitar el traslado de uno de ellos a otra institución

El centro de menores Ángel Ganivet, en Granada, vivió el pasado martes un violento episodio a cuenta del traslado de uno de los jóvenes del centro a otra casa de acogida de otra provincia. La decisión, que no sentó nada bien al menor, derivó en un motín en el centro de acogida en el que participaron diez jóvenes, todos de origen marroquí que se dedicaron a romper cristales con los que, liados en tela para no cortarse, amenazaron a los policías que llegaron al centro para sofocar la revuelta. Los hechos terminaron con tres policías heridos -dos de los cuales están de baja- diez menores detenidos, y otros dos fugados que ayer fueron finalmente localizados y detenidos.

La Fiscalía de Menores pidió ayer el internamiento en un centro de reforma de cuatro de los diez menores que fueron detenidos por su presunta implicación en el motín. Según fuentes policiales y del Ministerio Público, fueron seis los menores que pasaron a disposición judicial, mientras que los otros cuatro permanecían ayer por la tarde en dependencias policiales a la espera de hacerlo en horas. De los seis que pasaron a disposición judicial, la Fiscalía ha solicitado que cuatro sean privados de libertad, mientras que con respecto a los otros dos ha considerado que no hay motivos para pedir medidas cautelares, por lo que quedarán en libertad.

El caso está ya en manos del Juzgado de Menores número 1 de Granada que deberá decidir si decretar o no el internamiento y si los menores detenidos deberán pasar de un centro de protección a otro de reforma.

La Delegación de Igualdad, Salud y Políticas Sociales de la Junta de Andalucía informó ayer que el altercado en este centro de protección de menores se produjo debido al estado de nerviosismo y a la resistencia del menor que debía ser trasladado a un centro de otra provincia, del que procedía.

La Delegación, dicen, activó de inmediato el protocolo para este tipo de casos y dio aviso a las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado y a los servicios sanitarios, que intentaron tranquilizar al menor, así como a algunos compañeros de éste que también forcejearon con los agentes.

La Junta precisa que uno de los agentes de la Policía Nacional requirió asistencia sanitaria y dos menores también tuvieron que ser atendidos, uno de ellos por un cuadro de ansiedad, aunque ninguno reviste gravedad. Como exige el protocolo, la Delegación derivó estos hechos a la Fiscalía de Menores y a la oficina del Menor.

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