Un interno quedó inconsciente por inhalación de humo tras haber provocado él mismo un incendio en su celda en la cárcel de Albolote, hechos por los que tuvo que ser trasladado hasta un centro hospitalario de Granada. Así lo indicaron desde el sindicato APFP, que han vuelto a reivindicar más medios para poder hacer frente a este tipo de situaciones.

El suceso se originó sobre las tres y media de la tarde del pasado sábado en el departamento de aislamiento de la prisión granadina. Según relataron desde APFP, el interno B.M, clasificado en primer grado por su peligrosidad, incendió el colchón de su celda, lo que derivó en un gran fuego y una espesa humareda que puso en peligro tanto su integridad física como la del resto de internos que en esos momentos descansaban en la galería.

De forma rápida, los funcionarios del centro lograron salvar al interno y al resto de reos, clasificados de extrema peligrosidad, de este fuego que causó grandes desperfectos tanto en la celda afectada como en la galería.

Tal y como explicaron desde el sindicato, los funcionarios encontraron al preso inconsciente, debajo de la ventana de su celda, tras lo que, con toallas y mantas mojadas, se le sacó de la misma y fue atendido por los servicios médicos del centro penitenciario. Si bien, finalmente tuvo que ser trasladado hasta un hospital de la capital, donde finalmente fue dado de alta horas después.

Ante ello, APFP insistió en que "los funcionarios de prisiones arriesgan sus vidas a diario para salvaguardar la de los internos, careciendo de los medios necesarios, con una formación insuficiente para actuar como bomberos y una escasa cantidad de efectivos para afrontar estas situaciones en la que la vida y la muerte se resuelven en breves minutos".

Así, recordaron que "en el conjunto de las prisiones españolas, a diciembre de 2020 existían 3.692 plazas vacantes, mientras que en el Centro Penitenciario de Albolote, a día de hoy, son 90 las vacantes, plazas que desde la Secretaría General de Instituciones Penitenciarias no se ofertan".

Esto repercute en que, "el trabajo diario sea más penoso sin ningún reconocimiento social y sin que por parte del Ministerio de Interior sean atendidas las reivindicaciones laborales, en materia de personal y económicas como se ha hecho con otros colectivos de trabajadores del Ministerio y que, para más inri, en el caso de las prisiones de Cataluña sus trabajadores ganan de media más de 500 euros respecto a un funcionario del Centro Penitenciario de Albolote que realiza las mismas funciones pero con internos de mayor peligrosidad al tener internos de bandas armadas o yihadistas en Albolote", explicaron desde APFP.