Dentro de la repostería tradicional, de lo que consideramos 'los platos de toda la vida', encontramos las torrijas, un dulce típico que tiene mil variantes con las que puedes experimentar dentro de tus gustos. Eva Arguiñano ha reinventado este delicioso postre con un toque moderno y a la vez riquísimo. Esta versión, bañada en dulce de leche, promete ser una variante de las torrijas a la que nadie podrá negarse, transformando un postre clásico de Semana Santa en una tentación que se puede disfrutar todo el año, especialmente como una merienda especial.

Ingredientes

La preparación de estas torrijas comienza con ingredientes sencillos pero selectos. Vamos a utilizar los siguientes, que dejaremos preparados sobre la encimera de nuestra cocina para facilitar el proceso de elaboración:

• 2 rebanadas gruesas de pan de molde que serán la base esponjosa de nuestro postre.
• 1/2 litro de leche, que infundiremos con aromas para empapar el pan.
• Una rama de canela y la piel de 1 limón añaden un perfume y sabor inconfundibles a la leche.
• 25 gramos de mantequilla se usarán para dorar las torrijas a la perfección.
• 60 gramos de dulce de leche proporcionarán el toque final y dulce que las cubrirá.
• Y no olvidemos las hojas de menta para decorar, añadiendo un toque fresco y colorido al plato.

Elaboración

La elaboración de esta delicia es muy sencilla:

• Comienza calentando la leche a fuego lento junto con la canela y las cortezas de limón, infundiéndola con estos sabores tan característicos.
• Remoja las rebanadas de pan de molde en esta mezcla aromática, dejándolas empapar bien antes de escurrirlas con cuidado para mantener su integridad. Por esto es importante que sean gruesas, para que no se deshagan con tanta facilidad en la leche.
• Una vez empapadas, se cortan por la mitad y se cocinan en una sartén con mantequilla hasta que adquieran un color dorado por ambos lados.
• La guinda del pastel de esta receta viene con el dulce de leche, que se vierte sobre las torrijas ya doradas, y se finaliza con una decoración de hojas de menta.

Un consejo que nos da Eva Arguiñano es el uso de la canela para endulzar la leche, lo que la hace deliciosa no solo por su aroma y sabor, sino también por sus beneficios, siendo especialmente recomendable para personas diabéticas o con sobrepeso. Ya vemos que un postre tan tradicional puede adaptarse para ser algo más saludable sin perder ni un ápice de su esencia y sabor.