El desperdicio de comida es un asunto que preocupa mucho en la actualidad. De hecho, se incluye en la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, pues como se lee en la meta 12.3, uno de los objetivos es "reducir a la mitad el desperdicio de alimentos per cápita mundial en la venta al por menor y a nivel de los consumidores y reducir las pérdidas de alimentos en las cadenas de producción y suministro, incluidas las pérdidas posteriores a la cosecha".

Como se puede leer en la web de RTVE, en 2022 cada hogar español desperdició 65,48 kilogramos de alimentos, una cantidad inferior a la 2021, que a su vez es menor a la del año anterior, pero que, todavía así, sigue siendo muy alta.

En cuanto a los alimentos, los datos de RTVE señalan a la fruta como el que más se desperdició en el año 2022, seguido de las sobras y las verduras y hortalizas. El pan, los embutidos, los lácteos o la carne son otros que se encuentran dentro del top 10.

La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), además, realizó una encuesta cuyos resultados arrojaron que el 70% de los consumidores españoles confesaba que en su casa se tiraba basura, algo que al 83% les molestaba "mucho" o "bastante" que ocurriera.

Los consejos para evitar tirar comida a la basura

Siguiendo unos consejos, que pueden leerse en la web de la OCU, podríamos reducir esa cantidad de alimentos que cada año se tiran. Uno de ellos es chequear las fechas de caducidad de los que tenemos en casa antes de ir al supermercado, algo que, unido a una planificación semanal de almuerzos y cenas, podría reducir drásticamente la cuantía.

No 'picar' en las clásicas ofertas 3x2 también sería interesante, pues como apuntan los estudios de la OCU, no siempre se ahorra acudiendo a ellas. Además, al adquirir más alimentos, aumenta el riesgo de que finalmente se desperdicien. Los huesos de carne y espinas de pescado, para evitar que se tiren, sería aconsejable llevárnoslos, pues con ellos podríamos preparar un caldo.

Mantener ordenada nuestra nevera también repercutiría en que se tire menos comida, pues nos permitirá revisarla con facilidad y ver cuáles son los alimentos que van a estropearse pronto, para determinar qué hacemos con ellos. Congelarlos es una opción muy interesante, pues así no tendremos que tirarlos y los podremos consumir más adelante.

Incluso podríamos congelar un alimento, días después sacarlo del electrodoméstico para cocinarlo y consumirlo y, si sobra algo, volverlo a guardar en el congelador, para no tener que tirar ese excedente y poder comerlo de nuevo.