Agricultura

Las lluvias caídas calman la sed del campo y anticipan un verano provechoso en la Costa de Granada

Las últimas lluvias devuelven la esperanza y calma la sed del campo de la Costa de Granada

Las últimas lluvias devuelven la esperanza y calma la sed del campo de la Costa de Granada / Alba Feixas

Como agua de mayo en marzoLas precipitaciones caídas en la provincia de forma reciente, sobre todo en los días de Semana Santa, alivian la sed que padecía el campo desde hace mucho tiempo y devuelven la esperanza a los agricultores, que ven como la insistente lluvia ha devuelto la vida a multitud de cauces, ha calado en los cultivos y ha mermado, en cierta medida, el miedo que se tenía en la zona del Valle del Río Verde por la salinidad del acuífero. Nunca llueve al gusto de todosy de eso bien saben en la Costa Tropical, que ha vivido la peor Semana Santa a nivel turístico desde la pandemia, pero a la vez una de las más esperadas por la falta de agua en el campo, y que ha devuelto la esperanza y la alegría a uno de los sectores productivos. También, a la larga, es una buena noticia para el turismo, que aleja el fantasma de las restricciones de verano. 

Tras la semana de lluvias, el agua embalsada en las distintas infraestructuras para la gestión hídrica de la provincia ha almacenado 308,725 hectómetros cúbicos en los pantanos gestionados por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir, según los datos del Servicio Automático de Información Hidrológica (SAIH) de la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG), organismo dependiente del Ministerio para la Transición Ecológica. Por su parte, los embalses de Béznar y Rules, que pertenecen a la cuenca mediterránea y están gestionados por la Junta de Andalucía, se encuentran al 64% y 47% respectivamente, de su capacidad, según los datos del SAIH Hidrosur dependiente de la Consejería de Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía. A lo que habrá que sumar ya el agua que llegue el deshielo en Sierra Nevada, dado que las temperaturas están siendo altas. 

"La lluvia ha llegado en el mejor momento, han subido los pantanos, la comarca de Río Verde ha tenido un respiro y el campo ha recibido una cantidad de agua buena, que ha caído muy bien, sin hacer daño, con lo que es como si hubiésemos regado generosamente los cultivos", explica el presidente de la Comunidad de Regantes del Bajo Guadalfeo, Maximino Prados. La imagen desoladora de un campo sediento y que agoniza, así como la desesperación de los agricultores a los que no le salían las cuentas para llenar sus depósitos lo suficiente para capear el 'temporal de sol y buen tiempo', ha cambiado por completo. No obstante piden prudencia, ya que no saben cuando volverán nuevas precipitaciones, y mantienen la decisión de reducir un 30% el agua de sus riegos para no malgastar el agua que les ha caído del cielo. 

"Hace unos meses nos reuníamos con Confederación que nos informaba que el Sistema Béznar-Rules se encontraba a un 33% de su capacidad y que en caso de bajar hasta un 27%, -algo que se planteaba debido a la falta de lluvias y al ritmo de necesidad de agua-, provocaría la inclusión de toda la zona en sequía moderada", por lo que decidieron reducir un 30% el caudal del agua de aquellas comunidades de regantes que se nutrían de la presa, con la intención de intentar capear el verano. "Con las nuevas lluvias y la nieve que hay en la sierra, pasaremos sin problema la temporada, pero mantendremos la reducción del caudal", añade. 

El embalse de Rules con Sierra Nevada al fondo tras las últimas lluvias y nevadas El embalse de Rules con Sierra Nevada al fondo tras las últimas lluvias y nevadas

El embalse de Rules con Sierra Nevada al fondo tras las últimas lluvias y nevadas / Alba Feixas

Por su parte, José Manuel Fernández, presidente de la Junta Central de Usuarios de los Ríos Verde, Seco y Jate de Almuñécar, considera que las precipitaciones de Semana Santa son "muy positivas" porque se han contabilizado "más de 150-160 litros por metro cuadrado, y en la situación en la está el acuífero de Almuñécar, viene muy bien. Hace poco hicimos un ensayo de salinidad y salieron unos valores muy elevados, algo que nos preocupaba seriamente pero, aunque aún es pronto para valorar el impacto real que ha tenido esta lluvia, entendemos que se está produciendo una recarga natural del acuífero y que en las próximas semanas se purificaran sustancialmente la salinidad a baja". 

Al hilo, incide en que "aunque la lluvia han sido muy buena porque ha sido cuantiosa, llevábamos también mucho tiempo regando con agua salobre y el suelo de las fincas estaban con un alto contenido en sal. Ha servido para limpiar las plantas y oxigenarlas, pero también para mejorar la calidad del suelo y del acuífero, pero llevamos tanto tiempo sin lluvia y el acuífero estaba tan mal, que necesitamos que siga lloviendo de aquí al verano unos cuantos litros más para que la situación de cara al verano sea tranquila". 

La lluvia ha ayudado a paliar la sed del campo, pero no es la solución definitiva. "Necesitamos otro aporte de agua de lluvia para que el sector esté tranquilo. Trabajamos junto con la delegación de Agricultura en los decretos de sequía, para hacer una distribución interna de la comarca, especialmente en la zona de Jete, Otívar y Lentegí, para aprovechar el agua del terciario, así como todos los recursos posibles, aunque es indudable que las canalizaciones de Béznar-Rules son imprescindibles para asegurar el agua, especialmente a la zona del Valle del Río Verde, así como a la zona de Castell de Ferro o Albuñol, porque el centro -Motril o Salobreña- si que tiene más asegurada el agua, pero los extremos estamos pasando sed", concluye. 

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