El Covirán Granada sufrió su quinta derrota consecutiva de la temporada al ceder este domingo por 81.90 ante un poderoso y buen Baskonia.

La mala primera parte lastró a los rojinegros, que pese a estar irregulares y erráticos en la mayor parte del choque, llegaron a soñar con la remontada en el último cuarto, pero volvieron a morir en la orilla

El Covirán Granada se olvidó del triple en los primeros ataques y buscó mucho juego interior, sobre todo con un activo Felicio (5-2, 3’)

El cuadro visitante empezó el partido muy errático en ataque y sólo anotó dos puntos en los primeros cinco minutos, circunstancia que no aprovecharon los locales (5-2, m.5), también excesivamente fallones en un primer cuarto bastante malo, en líneas generales, por su parte.

Un pobre 5-3 marcaba el marcador tras más de seis minutos, lo que llevó a Joan Peñarroya a parar el partido tras canasta (7-3) de Kramer.

La reacción visitante llegó con un 0-8 de parcial (7-11, 8’) y el Covirán Granada muy atascado en ataque, con demasiadas pérdidas y tomando malas decisiones. Tras el triple de Moneke fue Pin quien tuvo que parar el partido (9-14).

No le sirvió de nada porque el ataque local seguía siendo deficiente, pese al triple de Kramer, y los vascos empezaron a anotar desde fuera para acabar por delante el primer cuarto (13-20 con dos triples seguidos del serbio Vanja Maronkovic).

Los fallos en el tiro, en algunos casos incomprensibles por estar muy cerca del aro, se mantuvieron en el segundo cuarto, mientras que el Baskonia demostró haber encontrado el camino del aro y no querer dejarlo (13-24, 12’).

Sólo Felicio era capaz de anotar porque tampoco desde fuera le entraban los tiros al Covirán Granada (1/12 en triples mediado el segundo cuarto) y entre Moneke y Maronkovic no paraban de aumentar la brecha en el marcador (19-34, 15’).

Anotó cuatro puntos seguidos Thomasson y volvió a parar el choque Peñarroya para evitar que los locales se enchufaran. Lo consiguió, porque lo que ocurrió de ahí al descanso es que el Baskonia siguió mandando, con aportación regular de muchos de sus mejores jugadores.

Con todo, acabó el primer tiempo con un parcial de 5-0, con triple a tabla y sobre la bocina de Cheatham para mantener algo de esperanza de cara al segundo tiempo (33-45).

Segundo tiempo

El segundo acto empezó como acabó el primero, con un triple de Cheatham, aunque verse con una renta inferior a los diez puntos fue un espejismo y el Baskonia metió la directa para tratar de vivir tranquilo el resto de partido (36-52, 24’ y tiempo muerto de un enfadado Pin tras 0-7 de parcial).

El problema es que el Baskonia anotaba con más facilidad y regularidad que un Covirán claramente inferior y mostrando un juego más individualista y descontrolado (36-52, 24’), sólo con el brasileño Cristiano Felicio estando a la altura.

Dos técnicas y una falta antideportiva casi seguidas señaladas al Baskonia, más un triple de Kramer, devolvieron la esperanza al equipo de Pin (49-55, 27’ tras un 11-0 de parcial).

El Baskonia fue capaz de recomponerse, aunque la eficiencia anotadora del Covirán Granada, ahora sí, siguió siendo alta para entrar en el cuarto final sólo seis puntos abajo (56-62).

Con buenos minutos de Lluis Costa se llegó a colocar el Covirán sólo un punto abajo (70-71, 34’) apareciendo Costello al rescate de un Baskonia que no descompuso y que volvió a poner el duelo a su favor con un parcial de 0-8 que llevó al tiempo muerto de Pin (70-79, 36’).

Ya no volvió a ceder el Baskonia, anotando con demasiada claridad y facilidad por dentro y por fuera todo el partido, sobre todo al final. Y así es imposible ganar.