Covirán Granada-Levitec Huesca

El Covirán Granada, ante una temporada atípica

  • Una renovada plantilla debe luchar por volver a estar en lo más alto en una campaña 2020/21 marcada por el Covid-19

Christian Díaz celebra una canasta ante el Melilla

Christian Díaz celebra una canasta ante el Melilla / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

La temporada 2020/21 no va a ser una temporada cualquiera. La irrupción del Covid-19 ha trastocado la vida del orbe en casi todos sus aspectos. El deporte, en general, y el baloncesto, en particular, no iban a ser menos. El Covirán Granada afronta la nueva temporada con la incertidumbre generalizada de lo que pueda deparar el futuro más inmediato. De momento, se sabe que va a comenzar la competición y que ésta no va a ser igual a las precedentes. La Federación Española de Baloncesto (FEB) ha tomado cartas en el asunto y ha diseñado una temporada a sabiendas de que los partidos tienen que coexistir con una realidad atizada por la pandemia.

Sistema de competición

La gran novedad del nuevo curso está en la división de los 19 equipos que componen la categoría en dos grupos. El conjunto nazarí ha quedado encuadrado en el B junto a otros nueve conjuntos (Lleida, Almansa, Huesca, Real Murcia, Castellón, Canoe, Palma, Girona y Alicante).

Se jugará una primera fase por el sistema de liguilla que contempla 18 jornadas, la última prevista para el 5 de marzo de 2021. El objetivo: quedar entre los cinco primeros para disputar una segunda fase en el denominado Grupo de Clasificación, en el que se luchará por el ascenso junto a los cinco primeros del Grupo A, en el que hay nueve equipos (Orense, Palencia, Melilla, Breogán, Valladolid, Coruña, Cáceres, Oviedo y Tizona Burgos). Esta fase también se disputa por el sistema de liguilla, aunque se arrastrarán los resultados de la primera fase.

Los ocho primeros se clasificarán para los play off por el ascenso y tras una primera eliminatoria los vencedores disputarán una Final Four en la que el vencedor será el único que ascienda a la Liga ACB.

El primer objetivo del Covirán, por tanto, es meterse en el Grupo de Clasificación porque de no ser así en la segunda fase quedaría encuadrado en el Grupo por la Permanencia en el que nueve equipos tendrán que luchar casi a vida o muerte por no ocupar una de las últimas cuatro plazas, que son las que determinarán los descensos.

Revolución

Para afrontar esta atípica temporada, en el seno de la plantilla del Covirán ha habido una pequeña revolución. Aunque continúa Pablo Pin al mando una temporada más –será la novena del técnico en el club rojinegro–, sólo siguen cuatro jugadores de la pasada campaña: Joan Pardina, Manu Rodríguez, Alejandro Bortolussi y David Iriarte, por lo que hasta ocho jugadores abandonaron la disciplina del club el verano pasado.

Al apostar esta campaña por una plantilla corta de diez jugadores, sólo hay seis caras nuevas, aunque una, la de Germán Martínez, no lo es tanto, pues el canterano vuelve al equipo tras estar cedido las dos pasadas temporadas en Plasencia y Villarrobledo. El escolta retorna con más experiencia y muchas ganas por seguir avanzando.

El resto de fichajes se pueden considerar de postín y un indicio de que en el seno del club se apuesta fuerte y que no quiere repetir la irregularidad de la pasada campaña en la que, antes de la suspensión, el equipo luchaba por alejarse de los puestos de descenso.

Fichajes

La posición de base es, quizá, la que mejor se ha cubierto. Junto a Germán Martínez que puede ayudar, el Covirán ha incorporado a dos jugadores de más que contrastada trayectoria: Christian Díaz y Lluís Costa. Ambos conocen a la perfección la categoría y saben lo que es ascender a la Liga ACB.

También ha experimentado un ascenso a la máxima categoría el alero Thomas Bropleh, llamado a ser la gran referencia en el tiro exterior del conjunto nazarí, y el ala-pívot Alex Murphy. El primero subió con el Betis y el finlandés, la pasada campaña con el Gipuzkoa.

Completa el apartado de fichajes el pívot senegalés de 215 centímetros de altura Bamba Fall, todo un veterano que la pasada temporada, en las filas del Alicante, fue considerado como el mejor jugador de la categoría. Para ayudar al equipo, sobre todo en los entrenamientos, se ha incorporado el pívot de 19 años Gonzalo Bressan, que podría disponer de minutos si se hiciera necesario.

Otra consecuencia de la pandemia se reflejará en las gradas. Sólo unos pocos afortunados los que puedan presenciar los partidos del Covirán en el Palacio. Así será mientras sigue la lucha contra el coronavirus.

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