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Un 'Dream Team' que vuelve a ser 'Dream Team'

  • La selección estadounidense de baloncesto se consagra como la mejor de su país desde aquella integrada por Michael Jordan, Larry Bird y Magic Johnson.

Se reían, todos. Los triples de Carmelo Anthony terminaban una y otra vez dentro del aro y el Dream Team se reía: el récord de puntos conseguido contra Nigeria situó al equipo estadounidense de baloncesto en un altar sólo antes visitado por los pioneros de Barcelona 92. Estados Unidos aplastó en la noche del jueves por 156-73 a Nigeria, rompió marcas olímpicas de todos los colores y se consagró como la mejor selección de su país desde aquella integrada por Michael Jordan, Larry Bird y Magic Johnson. "Obviamente, fue el equipo que yo vi lanzar mejor desde que dirijo este deporte", dijo el entrenador del equipo Mike Krzyzewski, quien precisamente fue asistente técnico en el Dream Team I de 1992.

En apenas 40 minutos de juego, Estados Unidos alcanzó cifras impensadas para un torneo olímpico: estableció un nuevo récord de triples en un partido, con 29, una nueva máxima marca de puntos al descanso, con 78, y, como si fuera poco, tuvo un 71 por ciento de efectividad en los 83 lanzamientos de campo realizados. El hito conseguido en el Basketball Arena no responde a ninguna casualidad y refleja que se está ante un equipo distinto al de los anteriores Dream Teams.

Krzyzewski logró convencer a sus 12 estrellas de dejar los egos a un lado y de que, si se juega en equipo, pueden construir un equipo imposible de frenar. Figuras de la talla de Bryant y LeBron James supieron dar un paso atrás, aceptaron sin quejas jugar menos de 15 minutos por partido y permitieron que brillen sus compañeros. Así, un suplente como Carmelo Anthony se convirtió en el máximo anotador estadounidense en un partido olímpico, con 37 puntos y 10 triples.

El Dream Team actual aprendió a mantener el nivel de figuras mundiales y a comportarse como un equipo amateur. "Yo no sé mucho de Angola. Lo único que sé es que Angola está en problemas", había dicho con arrogancia Charles Barkley, del Dream Team I, antes de un partido en los Juegos de Barcelona. Hoy las cosas son diferentes. Deron Williams, por ejemplo, sólo busca calmar la euforia por el triunfo sobre los nigerianos: "Es increíble poder batir un récord tan grande como ese. Es algo increíble, pero realmente a nosotros nos alegra más haber ganado el partido".

Estados Unidos había entrado en una espiral descendente respecto a la jerarquía de sus jugadores a lo largo de las últimas dos décadas. El equipo de Atlanta 1996 mantuvo la línea ganadora del 92, pero a partir del siglo XXI, se desprestigió el título de Equipo de los sueños. Argentina le propinó la primera derrota a un Estados Unidos de jugadores de la NBA en el Mundial de 2002 y luego los norteamericanos repitieron la frustración en los Juegos de Atenas 2004, donde se llevaron el bronce tras caer ante los argentinos en semifinales.

En tanto, el conjunto de Pekín se acercó al nivel del de ahora, pero estuvo contaminado por las ambiciones personales y no llegó a deslumbrar. El equipo norteamericano actual se forjó como el candidato indiscutido a llevarse el oro en Londres y subió un nuevo escalón en cuanto al juego. "Vinimos aquí para ganar cada partido de la mejor manera posible. Nosotros no intentamos humillar a nadie, sólo queremos mejorar nuestro juego día a día", sentenció LeBron James.

Veinte años después del nacimiento del Dream Team, Estados Unidos volvió a contar con un equipo de baloncesto al que todos los aficionados quieren ver, con el que todos los deportistas quieren fotografiarse y con el que todos los amantes de la especialidad disfrutan.

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