Javier Raya dio la cara y se colocó en una situación favorable para, al menos, luchar hoy por las medallas en patinaje artístico. No le bastó al madrileño hacer su mejor marca de la temporada y de su carrera a nivel internacional, ya que sus rivales dejaron el listón altísimo. Un subcampeón del mundo, el octavo en Sochi y varios medallistas en Grand Prix brillaron e hicieron de la primera jornada una exhibición para recordar.

Ya había muchos gallos en el corral de las medallas cuando entró al hielo del iglú Javier Raya. Pero cuando sonó el Roxanne de la película Moulin Rouge! el madrileño se comió la pista con una ejecución veloz, enérgica aunque algo imprecisa. No realizó completos el primer salto, un triple axel, ni el tercero, un triple lutz, pero el más complejo de todos, el triple flip y toeloop lo planchó a la perfección. El público, escaso, aplaudió a rabiar a Raya que logró la mejor marca personal de su carrera en competición internacional, 65.89, superando el 60.45 que tenía y arrasando el 53.8 logrado en el Europeo de la semana pasada. Sexta plaza provisional, aunque lejos de las medallas aún.

La primera competición en patinaje artístico tuvo un gran nivel, con abundantes campeones nacionales y figuras que compiten de forma regular en el circuito júnior mundial de este deporte. Javier Raya no iba a tener fácil brillar y apuntarse el tanto de terminar la jornada cerca de los puestos altos. En principio, su mejor marca en un programa corto fue de 60.45en los Campeonatos del Mundojúnior de 2010 en La Haya. Y claro, cuando desde el segundo participante la puntuación máxima quedó fijada en 77.15 el listón para conseguir medalla estaba ciertamente complicado.

El encargado de encarecer los metales fue el japonés Takahiko Kozuka. En su palmarés una plata en los Mundiales de 2011, dos medallas en las finales del Grand Prix en 2009 y 2011, campeón del mundo júnior de 2006 y dos Juegos Olímpicos en su cuchillas. Era el gran favorito y pero no lo demostró desde el primer momento. Se fue al suelo en sus dos primeros saltos, un cuádruple toeloop y un triple axel. Un comienzo exigente que le obligó a sacar lo mejor de sí para remontar la situación. Veloz y sin fallos en la rutina técnica, ni siquiera la penalización de dos puntos le apartó de  un liderato que le duró [toda la mañana]. 77.15 le otorgaron los jueces ante la sonrisa de sus seguidores.

La cosa se puso seria en la segunda tanda. El alemán Peter Liebers, octavo en Sochi, el chino Song Nan, actual campeón de la Universiada, y el ruso Gordei Gorshkov, plata universitaria. El teutón hizo un ejercicio marcado porque todos sus saltos fueron triples pero la mayor complejidad del programa de Kozuka le mantuvo en cabeza. Liebers agarró el segundo lugar (73.48) y aguantó al ruso Gorshkov, que se colocó tercero con un flojo 66.31. El rock and roll de la segunda tanda lo cerró Song Nan, que atesora en su palmarés, aparte de la Universiada, dos metales en el Grand Prix. El chino se salió con un casi perfecto triple flip mas triple toeloop, seguido de un triple axel y un triple lutz clavados. En la ejecución de componentes bajó el nivel de su actuación,pero le valió para un 73.48 que le puso a la estela del nipón. La cabeza no se inmutó hasta el penúltimo grupo. El ruso Gachinski (73.78) se encumbró al segundo puesto con un programa bien ejecutado que comenzó con un cuádruple y triple toeloop. No sorprendió.

El español Felipe Montoya, quien pasó ajustado a la final en un ejercicio en el que erró en dos ocasiones al abortar un salto.