ciclismo vuelta a españa

Marczynski, premiado

  • El polaco se adjudica en Sagunto una interminable sexta etapa

  • Froome resiste a los ataques de Contador y se afianza como líder

Tomasz Marczynski celebra su victoria al sprint en la sexta etapa de la Vuelta a España.

Tomasz Marczynski celebra su victoria al sprint en la sexta etapa de la Vuelta a España. / Javier Lizón / efe

Tomasz Marczynski (Lotto-Soudal), un aventurero del ciclismo, sacó petróleo de la numerosa fuga que marcó la jornada alzando los brazos como vencedor de la sexta etapa de la Vuelta a España, disputada entre Villarreal y Sagunto, de 214,4 kilómetros y en la que Chris Froome (Sky) retuvo el jersey rojo de líder.

Marczynski, afincado en Granada, ganó la partida al sprint a Pawel Poljanski (Bora) y a Enric Mas (Quick-Step), los últimos supervivientes de una escapada que marcó la jornada en un día muy movido, de desgaste, en el que Alberto Contador (Trek) volvió a revolucionar la carrera con un ataque en el Puerto del Garbí que obligó al líder a emplearse a fondo y puso en apuros a los hombres fuertes de la general, que finalmente llegaron juntos a meta a 26 segundos del ganador.

Eso sí, alguno se quedó por el camino, caso de David de la Cruz (Etixx), quien cedió 17 segundos; Tejay van Garderen (BMC), que sufrió dos caídas y perdió 22 segundos, y Romain Bardet (Ag2r), quien se hundió con un retraso de seis minutos.

No hubo estropicios en la general, en la que Froome se mantuvo firme, a pesar de tener que bailar al son de Contador, aunque sin perder los nervios.

Froome aguantó en el primer escalón con los mismos 11 segundos sobre Esteban Chaves (Orica) y 13 respecto a Nicolas Roche (BMC). Por su parte, Van Garderen retrocedió del segundo al cuarto puesto, a medio minuto.

Etapa de teórica tregua, que no de vacaciones a pesar de que la Vuelta huele estos días a Mediterráneo. Más de 200 kilómetros entre la ciudad de la cerámica y Sagunto. Calor y cinco puertos en 2.600 metros de desnivel acumulado.

Tras la salida al costado del estadio El Madrigal la batalla no se hizo esperar. Enseguida el pelotón se dividió entre 27 escapados y 164 perseguidores que rodaron al compás del Sky.

Entendimiento inicial en la avanzadilla, en la que viajaban, entre otros, los españoles del Movistar Antonio Pedrero, José Joaquín Rojas, Marc Soler, y Luis León Sánchez (Astana). También Marczynski, a la postre vencedor.

Fuerte ritmo en el ascenso al Alto de Alcudia y Puerto de Eslida. La presión de los hombres del Astana arruinó las intenciones de más de uno en las primeras cuestas del Puerto del Oronet, por donde el grupo de favoritos pasó a 2.30 minutos.

Entró la fuga en las rampas del último puerto de la etapa, el de Garbí (segunda categoría), con sus 9,3 kilómetros al 5,1% de media. Y en ese escenario apareció Contador en versión ofensiva para romper el orden del Sky con un cambio de ritmo que hizo saltar las alarmas en la tropa de Froome, obligado a soldarse a la rueda del madrileño.

Un cambio de ritmo que aisló a Froome, seleccionó el grupo de los gallos y redujo las diferencias a 1.37 minutos sobre la cabecera. De nuevo el baile del madrileño, un corredor que despierta las pasiones entre la afición como ningún otro.

En la persecución cayeron Van Garderen y se descolgaron favoritos como Fabio Aru (Astana), Vincenzo Nibali (Bahrain) y Esteban Chaves (Orica).

La escapada parecía sentenciada, pero Marczynski mantuvo la rebelión junto a Mas y Poljanski. Dos polacos y un español, armados de ilusión y fuerza y decididos a no estropear una larga fuga. Apenas unos segundos resultaron suficientes para jugarse la victoria entre ellos, mientras por detrás los favoritos se volvían a juntar, ya conformes con el devenir de la etapa.

Al final lo intentó el más joven del trío, Mas, pero la respuesta de Marczynski fue letal. Se llevó la etapa un romántico y aventurero del ciclismo. "Nunca se debe dejar de luchar y trato de vivir cada minuto de la vida", declaró. Si alguien merecía un premio del ciclismo, ese Marczynski.

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