Nani Roma sabe lo que es pasar de la gloria a la frustración en unos pocos kilómetros, por eso advierte que él es su propio rival en la edición 2016 del rally Dakar.

Tras ganar la carrera fuera de pista más extrema del mundo en 2014, el sueño de defender el título le duró sólo diez kilómetros en 2015 al abandonar la competición en la primera etapa por una avería en su Mini All4 Racing. Aun así, completó el recorrido a modo de entrenamiento con vistas a su siguiente participación.

El barcelonés confía en completar las 13 etapas que supondrán más de 9.000 kilómetros a lo largo de Argentina y Bolivia. "Estoy realmente contento de cómo he trabajado y preparado esta edición. Luego la carrera decidirá, será muy difícil y larga, con mucho calor en Argentina, la primera semana, y luego Bolivia. Será una edición curiosa y distinta", valora.

Será esa segunda semana, la que discurra por Bolivia, la que podría resultar algo más complicada para Roma, dadas las características de su Mini. "Sí, va a ser más difícil, más dura, con mucha arena, arena blanda, en toda la parte de Fiambalá", reconoce, si bien también puntualiza: "Pero lo bueno o malo será igual para todos". Por eso no busca excusas antes de tiempo, consciente de que, hasta llegar a Bolivia, le queda aún mucho por recorrer.

Un asunto que sí le preocupa es la altura: "Nunca sabes cómo va a reaccionar tu cuerpo. El año pasado estuve bien, pero si tienes un mal día, el mal de altura es muy, muy duro para el cuerpo. Me preparé en España con máscaras para simular la altura, hemos hecho todo al máximo para estar bien".

E igual que hubo de prepararse para unas condiciones de altura que pueden resultar muy desfavorables, el barcelonés hizo lo propio, con la ayuda de sus mecánicos, con su coche. "Lo cambiamos y ahora va muy buen, es muy buen coche, y espero que siga funcionando bien hasta Rosario, la meta de llegada", expresa.

En cuanto al resto de participantes, y preguntado por el hecho de que cada vez haya más pilotos del Mundial de Rallys en el Dakar, Roma cree que "suman notoriedad a la carrera y la gente la sigue más". "Que estén Sebastien Loeb y Mikko Hirvonen pienso que es interesante" añade.

Aunque,0 sin duda, quien más le preocupa de cara a la victoria final es el experimentado Nasser Al Attiyah, último ganador del Dakar y su compañero de equipo. "Pero también están los otros pilotos de Mini, Orly Terranova y Hirvonen, además de los de Peugeot y Toyota. Hay ocho o nueve pilotos que van a ser muy duros de batir, sobre todo los de Peugeot, que han mejorado mucho y serán duros rivales", augura.