Un reconducido Betis, que no conoce la derrota en la Liga ni en la Copa del Rey desde que Paco Chaparro sustituyó en el banquillo al argentino Héctor Cúper, se prueba ahora en el Sánchez Pizjuán en el derbi sevillano ante un Sevilla de Manolo Jiménez caracterizado por la irregularidad.

Pese al buen momento, el Betis sigue en zona de descenso, por lo que el partido ante el eterno rival podría suponer el salir de esos puestos después de muchas semanas. Chaparro se encuentra muchos problemas en la defensa, pues a la baja por sanción de Ilic se suma las lesiones del brasileño Lima, el croata Babic, Fernando Vega y Nano. Además, también por lesión, no podrá contar en el centro del campo con el alemán Odonkor y Capi, aunque sí ha recuperado a jugadores como el portero portugués Ricardo, el extremo chileno Mark González, el centrocampista Juande o los delanteros Sobis y Pavone.

El Sevilla, por su parte, se ha caracterizado desde el inicio de la temporada por su irregularidad, ya que la gran trayectoria en la Liga de Campeones la alterna con el mediocre rendimiento en la Liga española o en la Copa del Rey. El Sevilla sigue sin contar con el portero Andrés Palop ni el central Javi Navarro, ambos lesionados de larga duración, a los que hay que sumar la baja del lateral derecho alemán Andreas Hinkel, después de que ayer se oficializó su traspaso al Celtic de Glasgow.