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Sergio García amarga el estreno

  • El central portugués muestra buenas maneras en su debut pese a tener que lidiar con el mejor jugador del Espanyol El ex del Liverpool ofrece velocidad, anticipación y oficio

Los focos estaban centrados en él. Tiago Ilori, la única incorporación en el mercado invernal del Granada CF, debutaba ayer con la camiseta rojiblanca y lo hizo a buen nivel a grandes rasgos, aunque tuvo que lidiar con la más fea: Sergio García. El central procedente del Liverpool no desentonó para nada para ser su primer partido, demostrando algunas cualidades que pueden serle muy útil a Lucas Alcaraz de aquí a final de temporada.

De todas ellas, las que más destacaron fue su velocidad al cruce y su tranquilidad con el balón en los pies. Sus compañeros comienzan a confiar a él y de hecho tan sólo cometió un error en la entrega.

Pero ayer se las tuvo que ver con un jugador que demostró estar en un gran momento de forma. Sergio García trajo él solo en jaque a los zagueros rojiblancos con su movilidad, porque en el cuerpo a cuerpo era consciente que tenía todas las de perder. Porque eso sí, si algo demostró Ilori es un buen físico, potencia por arriba y buen dominio del balón.

Situado como central derecho, estuvo siempre muy atento cuando Córdoba y Sergio García recibían de espaldas, tratando en todo momento de anticiparse y lográndolo en gran parte de las acciones. A nivel ofensivo se incorporó al ataque en las jugadas de estrategia, y en una de ellas remató un centro de Allan Nyom pero con poca potencia.

Mantuvo un buen nivel de concentración y ofreció una gran velocidad de reacción cuando cometió algún error en la marca, como la que tuvo en el minuto 16 ante Jhon Córdoba o en el 66' tras ganarle la partida en primera instancia Sergio García.

Entre sus acciones defensivas más importantes destacó una anticipación vital ante Jhon Córdoba a centro desde la derecha de Stuani (13') o la intensidad que mostró en la recta final del choque lanzándose al suelo ante una internada de Víctor Sánchez.

Además, mostró personalidad pese a su juventud y oficio en una par de acciones merecedoras de cartulina amarilla. En la primera de ellas, agarró en el minuto 51 a Sergio García, una auténtica pesadilla, en el centro del campo. Ahí se salvó pero a falta de un cuarto de hora, el mismo protagonista del Espanyol le obligó a estrenar su casillero de tarjetas con la elástica rojiblanca.

Con la salida de Allan Nyom del terreno de juego, ocupó el flanco derecho al terminar jugando su equipo con tres centrales, de ahí que se le viera más en ataque buscando siempre sacar el balón jugado con claridad, sin complicarse y abriendo a banda.

El portugués nacido en Londres, con apenas 20 años, no desentonó en Cornellá-El Prat y mientras no se recupere Diego Mainz tendrá continuidad. Por lo pronto, su debut fue más que correcto. Y todo pese a Sergio García.

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