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Un Soldado con poca pólvora

  • El delantero valencianista pasa sin pena ni gloria por Los Cármenes · El trabajo de Íñigo López junto a Borja Gómez permite a la zaga rojiblanca vivir tranquila

Era el centro de atención de todas las miradas tras su exhibición con la selección española en apenas 45 minutos, pero ayer, con la pareja de centrales del Granada CF enfrente apenas se le vio. Ni Íñigo López ni Borja Gómez dejaron al delantero valencianista demostrar su valía. No obstante, aunque tan sólo chutó a portería en dos ocasiones, hace muchas cosas, y casi todas muy buenas para su equipo.

No fue el mejor partido de Íñigo López pero no pasó ningún apuro con el killer 'ché', entre otras razones porque su compenetración con su compañero Borja es espectacular. Son tres los años que ambos centrales han jugado juntos en el Alcorcón y eso se nota y de qué manera sobre el terreno de juego. Y más si enfrente hay un delantero con una gran movilidad como es Soldado, que aparece en todo el frente de ataque siempre dando soluciones a sus compañeros.

Tardó mucho en entrar en juego el jugador formado en la cantera del Real Madrid y sobre en contacto con el balón. No fue su mejor partido en cuanto a remates a portería, quizá por que su equipo se mostró muy rácano en ataque pese al potencial ofensivo con el que cuenta. Pero si para alguien empezó mal el choque fue para Íñigo. El capitán del Granada CF recibió a los siete minutos un golpe fortuito al ir a rematar el saque de esquina que le obligó a ser atendido al sangrar por la nariz. Fueron tres minutos los que dejó a su equipo con diez, aunque sin consecuencia ya que Mikel Rico ocupó su posición.

Soldado, por su parte, tocó su primer balón a los once minutos y su primer remate lo realizó en el veinte, de cabeza y tras adelantarse a su par. La otra oportunidad que tuvo para ensayar el disparo llegó a siete minutos del descanso tras ganarle la espalda a Íñigo, pero Julio César estuvo rápido y detuvo en dos tiempos. Fue todo el bagaje ofensivo del '9' valencianista, más preocupado, al igual que su equipo, de presionar y evitar que el rival saliera con facilidad con el balón jugado que de llegar a la portería rojiblanca.

Ante la poca peligrosidad del Valencia y la necesidad de buscar el tanto del empate, Abel Resino ordenó a Íñigo López que se situara acompañando a Geijo y Uche en punta de ataque en el tramo final. Un recurso que pocas veces da resultado. Ayer no fue una excepción entre otras razones porque Unai Emery ordenó a su línea defensiva situarse lejos de la puerta, prácticamente en el borde del área, evitando así cualquier riesgo.

Fue un duelo equilibrado, que se llevó Íñigo a los puntos más que nada por no pasar apenas apuros ante uno de los arietes de moda del fútbol español, que no asombró a los que ayer acudieron a Los Cármenes como hizo hace cinco días.

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