Granada-valencia

Undiano echa carbón al Granada (1-2)

  • Los rojiblancos caen ante el Valencia en un encuentro condicionado por la injusta expulsión de Mikel Rico en el primer tiempo Los visitantes remontan con goles de Jonas y Piatti el tanto anotado por Bryan Angulo.

No se sabe lo que hubiera pasado si Undiano Mallenco no hubiera expulsado de forma injusta a Mikel Rico cuando apenas se había jugado la primera media hora del encuentro. Lo que no admite discusión es que al jugar el Granada una hora con un jugador menos dio mucha ventaja a un Valencia que es muy superior se mire por donde se mire. El colegiado vio una mano del vasco donde no la hubo y su decisión condicionó mucho los esfuerzos locales por intentar sacar un resultado positivo ante un rival de alta alcurnia. Y tuvo sus opciones el cuadro de Anquela, que nada más empezar la segunda parte se adelantó con un golazo de Angulo pero que luego no tuvo fuerzas para defender siquiera el empate. Mucho rival y demasiadas adversidades tuvo ayer enfrente el Granada.

Tras el sentido minuto de silencio en memoria de Mazurkiewicz, el Granada salió con ímpetu, pero sin llegar a ofertar nada positivo de cara a la meta de Diego Alves. Enseguida fue el Valencia el que se puso a tocar el balón con más criterio y a dejarse ver en las cercanías del área rojiblanca. Los primeros avisos con peligro llevaron la firma de Banega, con dos disparos secos que se fueron a la derecha de Roberto, el primero, y por encima del larguero, el segundo.

No obstante, la primera ocasión clara tuvo color local. Nyom luchó un balón en su banda hasta lo indecible y a su centro no llegó por muy poco Ighalo cuando estaba en boca de gol. El acto de caridad con el rival fue una jugada aislada, pues a los de Ernesto Valverde les bastó un cuarto de hora para demostrar que se habían colocado mejor sobre el césped y que sabían mover el balón con más velocidad.

En medio del control che Ighalo la volvió a tener. A los 18 minutos Torje le envió un balón claro, pero el remate de cabeza estuvo falto de gas y el balón llegó manso a las manos de Diego Alves. El meta brasileño le quitó otra al nigeriano cuando éste se disponía a culminar un excelente pase de la muerte de Mikel Rico.

El partido estaba bonito mediado el primer tiempo. A la calidad che respondía el Granada con arrebatos de furia. Roberto hizo acto de presencia para desviar un chut de Jonas dentro del área. Poco después apareció providencial Mainz para cruzarse ante Parejo cuando éste se disponía a fusilar al fondo de la red.

El encuentro dio un giro absoluto apenas se sobrepasó la media hora. Mikel Rico cortó un balón cuando el Valencia buscaba un contragolpe. Undiano Mallenco se equivocó al ver una mano inexistente y amonestó al centrocampista. Como el vasco tenía ya una amarilla tuvo que abandonar el terreno de juego y dejó a los de Anquela con el difícil compromiso de jugar con diez toda una hora.

Si ya antes de la expulsión de Mikel Rico el Valencia era el equipo que más tenía la posesión del balón, al tener enfrente a un rival mermado en efectivos el conjunto che se hizo con el control del choque. Fruto de ello llegaron más ocasiones visitantes. De forma consecutivo la tuvieron Soldado, que no marcó porque Íñigo López le quitó el balón en el último suspiro, y Jonas, que obligó a Roberto a dar lo mejor de sí. Como gato panza arriba se defendió el cuadro rojiblanco para llegar al descanso con el marcador inamovible.

En la reanudación, Anquela decidió dejar en el banquillo a Dani Benítez, que al final del primer tiempo pareció resentirse de su lesión. En lugar del mallorquín saltó al campo Bryan Angulo.

El Granada volvió al terreno de juego con valentía, buscando la portería valencianista. Y fue precisamente el colombiano el que abrió el marcador cuando apenas se habían jugado cuatro minutos del segundo tiempo. Angulo enganchó dentro del área una volea con el exterior de su pie derecho para que el balón se colara por la escuadra de la meta visitante.

Poco duró la alegría en las huestes rojiblancas. El Valencia, consciente de su superioridad cualitativa y cuantitativa, se lanzó a por el empate. Gozó de varias ocasiones en las botas de Soldado. Tras una de ellas, que acabó en un discutido córner, llegó el tanto de Jonas, que remató más solo que la una el saque de esquina botado por Piatti. El despiste atrás fue monumental.

Fruto del empuje rival y del esfuerzo que conlleva jugar con uno menos, la disciplina de los jugadores del Granada comenzó a resquebrajarse. Anquela dio entrada a Yebda en sustitución de un desaparecido Torje para intentar dar más consistencia defensiva en el centro del campo. No cambió el panorama. El cuadro de Valverde cargó con todos sus efectivos ante un anfitrión que hacía agua por demasiados huecos, sobre todo por su banda izquierda. Mientras el reloj parecía avanzar a ritmo de 'inserso' (Gaspar Rosety dixit) para los rojiblancos, las ocasiones visitantes se sucedieron una tras otra.

Tanto fue el cántaro a la fuente que a la enésima se acabaron las ilusiones locales. Nyom, lento, se deja arrebatar el balón por Soldado. El centro chut del valenciano lo remató a placer Piatti de tiro cruzado. Se acabó lo que se daba. Y pudo ser peor, porque el palo repelió un remate de Soldado cuando ya moría el partido.

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