El Zaragoza sale del descenso gracias a su victoria sobre el Sevilla, en un partido en el que el conjunto aragonés dio, por fin, una buena imagen y los de Manolo Jiménez pagaron el peaje de la Copa del Rey al reservar jugadores.

Con cinco de las siete nuevas incorporaciones del mercado invernal sobre el césped de inicio, el Real Zaragoza, por primera vez desde que comenzó la liga pareció un verdadero equipo de fútbol con juego, presión, velocidad y mentalidad ganadora.

De inicio, el Sevilla fue el primero en meter miedo con un remate del argentino Aldo Duscher. Sin embargo, el equipo maño fue a por el partido decididamente. Adrián Colunga, que parecía que había jugado toda la vida en el Zaragoza a pesar de haber llegado hace poco, fue el primero en avisar al Sevilla.

El primer gol de la tarde fue obra del italiano Mateo Contini, que aprovechó un barullo en el área tras un córner para adelantar a su equipo en el minuto 31.

Poco le duró la alegría al conjunto de José Aurelio Gay porque una salida mal medida del meta Juan Pablo Carrizo le costó el empate apenas tres minutos más tarde, con un tanto de Frederick Kanouté, aunque la fortuna le sonrió a los propietarios del terreno cuando, ya cerca del final de este periodo, Álvaro Negredo marcó en propia puerta en un saque de esquina.

Con la desventaja del marcador, el Sevilla inició el segundo periodo dominando el juego ante un Zaragoza que buscaba las contras en velocidad. A pesar de la intensidad de los dos equipos, y contrariamente a lo ocurrido en los primeros 45 minutos, ninguno de los dos contendientes fue capaz de llegar al área rival con claridad.

Manolo Jiménez puso a toda su artillería en juego tras el descanso (Perotti, Renato y Navas), pero el equipo local aguantó bien las embestidas de los andaluces, que acabaron con nueve jugadores por las expulsiones de Negredo y del lituano Marius Stankevicius y que suman su tercera salida lejos del Sánchez Pizjuán con derrota, y se hizo con una victoria muy importante, tanto desde el punto de vista de la clasificación como anímicamente.