La ambición se olvida (1-1)

Rayo vallecano-granada

El Granada CF apela al rigor defensivo para obtener un punto frente al líder, aunque peca de ser poco incisivo arriba · Dani Benítez marca de falta directa y en la segunda mitad llega el empate

Geijo se dispone a enganchar una volea. / LOF
Julio Piñero / Madrid / Enviado Especial

13 de marzo 2011 - 14:24

Era el partido de la jornada, el que había sido seleccionado por Canal Plus como el más atractivo para emitirlo por la tele. Algo lógico cuando iban a medir sus fuerzas el líder y el cuarto clasificado, un equipo considerado como la revelación de la temporada por estar codeándose con los mejores, pese a ser un recién ascendido. Pero la expectación no se puso de acuerdo con la realidad. Resultó un encuentro poco vistoso el que enfrentó al Rayo Vallecano y al Granada CF. Los locales llevaron la iniciativa en todo momento, empujaron, aunque no estuvieron muy finos para generar situaciones claras de peligro, mientras que el equipo de Fabri estuvo reservón. Salió a verlas venir y dio como botín suficiente llevarse un punto en la casa del primer clasificado.

Es criticable o no, según como se mire. Sobre el papel no cabría catalogarlo como un mal resultado. Y más cuando son pocos los equipos que han pescado en el barrio de Vallecas esta temporada. Si se mira el desarrollo del partido, también se da como positivo el empate, porque los rojiblancos apenas si generaron opciones para marcar. Tampoco el Rayo agobió demasiado a Roberto, pero al menos sí dispuso de algunas más. Pero las críticas hay que hacerlas, sin más remedio, en cuanto a la falta de ambición mostrada a lo largo del encuentro.

Fabri apostó por la dupla de medioscentros de corte defensivo. Su idea era retener la fuerza y la creatividad del Rayo Vallecano en esa zona, lo que le hizo optar por Lucena y Juande. Eso permitió que adelantara su posición Abel Gómez, lo que llevó a Orellana hasta la derecha, si bien con libertad de movimientos y con tendencia a irse hacia dentro y en ocasiones hasta la media punta. Lo que ocurrió sobre el terreno de juego es que el equipo tuvo serios problemas para enlazar dos pases seguidos. No significa que eso pasara por el planteamiento del técnico gallego, pero el caso es que fue la característica, casi con más insistencia en la primera parte.

La presión insistente del equipo de Sandoval para robar el esférico cuando estaba en posesión de los rojiblancos originó esa escena más de la cuenta. El Granada CF se mostró ramplón en la creación y dejó pasar la oportunidad de dar un paso adelante en determinadas fases del partido para, al menos, asustar un poco más a su rival. Se encontró con un gol de Dani Benítez al filo del descanso, sin casi haber disparado con anterioridad a puerta, pero después vino el equilibrio en el marcador tras el descanso y el conformismo le llevó a dar como bueno ese punto, aplicando el refrán de 'más vale pájaro en mano que ciento volando'.

La parcela que sí merece alabanza es la contención y el orden defensivo para provocar que el Rayo bajara sus pulsaciones en ataque. No se vivieron muchas sensaciones de peligro, pese a que Piti, con su regate fácil desde la banda, hizo saltar en parte las alarmas. El Granada CF se mantuvo bien pertrechado, aunque con la parte reprochable de perder con demasiada facilidad el balón. Fue precisamente Piti el primero que dio el susto tras una acción iniciada por Trejo. Roberto estuvo cargado de reflejos y sacó una mano para evitar el gol. Después se reclamó una mano de Mainz en el área.

El Granada CF logró despertar en ataque casi al filo de la media hora. Fue un pase filtrado de Abel Gómez hacia Geijo. El hispano-suizo armó el disparo y obligó a que interviniera con acierto Cobeño. Creó inquietud después Trejo, con una lanzamiento ajustado al palo. Hubo un choque entre el propio Trejo y Dani Benítez en el centro del campo, el juego no se detuvo, y después fue Geijo el que cayó en las inmediaciones del área. Dani Benítez pidió lanzarla y lo hizo con gran maestría. Un disparo que superó la barrera a media altura y que no pudo tocar Cobeño. Sin apenas haber pisado el área, el equipo granadino se veía por delante. Demasiado premio para lo que había pasado. En los instantes finales de la primera parte el árbitro le dio por ponerse casero y amonestó de forma seguida a Abel Gómez y Lucena, además de pitar una falta de Trejo, que no lo fue.

Los mejores minutos del conjunto de Fabri en el aspecto ofensivo se sucedieron en los primeros diez de la segunda parte. Geijo probó con un lanzamiento envenenado tras un pase de Orellana. Se llegó con más criterio y combinando con calidad. Pero el Rayo consiguió armarse y creer en sus posibilidades. Apareció Trejo, que hizo daño con sus movimientos en ataque. En uno de ellos vio la incorporación de Tito y dio lugar al empate. El Rayo Vallecano apretó por momentos. La salida de Juli le dio nuevos bríos ofensivos y el Granada CF ya sólo se dedicó desde ese momento a conservar lo que tenía y no se aprovechó de un error de Coke. Borja García tuvo la oportunidad en el descuento de arrebatar ese punto, pero por fortuna su disparo salió fuera.

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