No perdonó el Real Madrid en la primera de las semifinales de la Copa del Rey de Granada. El conjunto de Pablo Laso dejó una exhibición de acierto en tiros exteriores durante los veinte minutos iniciales y contuvo con una gran defensa los intentos de Lenovo Tenerife por coger aire en el partido en la segunda mitad. Veinte puntos de diferencia dieron el pase al cuadro madrileño a la final (94-74) en un gran partido de Heurtel, Taylor y Tavares.

Entonados

La precisión desde la línea de tres fue la principal baza ofensiva por parte de los blancos a lo largo del primer cuarto. El Real Madrid consiguió gracias a su velocidad en el movimiento de balón llegar con facilidad a zonas exteriores y, desde ahí, martilleó a Lenovo Tenerife a base de triples que tuvieron principalmente la firma de Jeffery Taylor. Un parcial de 8-0 hizo mover el banquillo a Vidorreta, lo que se tradujo en un dinamismo añadido que apretó el partido hasta, de nuevo, las apariciones desde más allá de la línea de 6,75 por parte de Heurtel y Causeur. El conjunto de Pablo Laso terminó los primeros diez minutos con una precisión del 75% y un electrónico favorable de 26-20.

No cesó la puntería del Real Madrid Baloncesto tras la pequeña pausa entre cuartos. El combinado madrileño, que agradeció sobremanera las buenas entradas en el partido de Thompkins y Rudy, continuó entonado a pesar de que Tenerife hizo buenas la gran mayoría de sus posesiones. Fernández anotó ocho puntos en menos de tres minutos y obligó al técnico de los amarillos a pedir tiempo muerto.

La escuadra canaria se vio obligado a realizar internadas que terminaban en tiros forzados debido a una impecable defensa en la que brillaron Edy Tavares y Guerschon Yabusele. Precisamente tras unos tiros libres del pívot caboverdiano se dio la segunda mayor diferencia del primer tiempo, fijada en trece puntos. Wiltjier, de tres, la redujo poco después y dio oxígeno a un Lenovo Tenerife que se marchó al descanso perdiendo por 50-38.

Finalista

La aparición de Shermadini, necesaria para su equipo por la importancia del georgiano en el juego de los canarios, fue insuficiente para que los amarillos (que vistieron de negro) lograsen herir a un Real Madrid muy concentrado en certificar su pase a la final copera. Los pupilos de Pablo Laso lo dejaron prácticamente atado en el tercer cuarto, que se llevaron por 23-17 y en el que continuó un festival de triples con el que Thompkins, al filo de la media hora, dejó muy tocado al conjunto entrenado por Txus Vidorreta (73-55).

Toda esperanza por vislumbrar una sorpresa quedó dilucidada al poco de arrancar el último periodo del encuentro. El combinado de la capital se hizo fuerte con las anotaciones de segundos hombres y siguió ampliando la ventaja mediante la comandancia de Poirier y Thomas Heurtel hasta finiquitar una semifinal que tuvo controlada de cabo a rabo (94-74).