Covirán Granada-Lenovo Tenerife | Crónica y resultado

Marcelinho Huertas se basta para derrotar al Covirán Granada ante el Lenovo Tenerife

Jaime Sastre le pone un tapón a Cristiano Felicio.

Jaime Sastre le pone un tapón a Cristiano Felicio. / Antonio L. Juárez / PHOTOGRAPHERSSPORTS (Granada)

El Covirán Granada despidió el año con una derrota tras caer en el Palacio de Deportes ante el Lenovo Tenerife por 68-80, en un partido marcado por el mal segundo cuarto que realizaron los granadinos. Desde entonces, el dominio fue de los canarios que estuvieron liderados por un enorme Marcelinho Huertas que demostró que por él no pasan los años (tiene 40).

Tras un intercambio de canastas inicial, con Jonathan Rousselle dirigiendo y asistiendo a sus compañeros, el conjunto de Pablo Pin comenzó mandando. Los tinerfeños se pusieron por delante en los primeros minutos 4-8 pero un parcial de 6-0 permitió a los rojinegros comenzar a mandar en el electrónico.

Más bajas

Sin embargo, las faltas personales del base galo hicieron mucho daño a los locales, que no pudieron contar con Lluís Costa, como ya avisó el técnico, al que se sumó a última hora Artur Konontsuk por gripe. ¿Se la pegaría Kramer? Al menos pudo contar con Germán Martínez. Pero ni el granadino ni Christian Díaz pudieron imponer el ritmo de partido que se necesitaba. Y más con Marcelinho Huertas enfrente, que ofreció una lección en la dirección y lectura del juego.

Aún así, el parcial llegó a ser de 10-2, pero en la recta final del primer cuarto, los de Vidorreta reaccionaron y terminaron tras los primeros diez minutos un punto abajo (18-17). El máximo anotador fue, sorprendentemente, Pere Tomás. Y es que el 1 de 6 en los triples de los aurinegros le impidió controlar le marcador.

Mal segundo cuarto

Sin embargo, todo cambió tras el breve receso en periodos. De la mano del pívot Dusan Ristic, con nueve puntos consecutivos, seis de ellos fruto de dos triples, el Lenovo le dio la vuelta al electrónico. Y, a partir de ahí, mandó ya no sólo en el resultado sino en el juego. Huertas mandaba y ordenada y sobre el base hispano-brasileño giró todo el juego ofensivo del conjunto insular que, poco a poco, fue aumentando su renta a medida que iban avanzando los minutos.

Con 25-31, Pablo Pin tuvo que pedir tiempo muerto pues sus pupilos estaban a merced de su rival. El parcial era de 7-14. Tras las instrucciones del técnico granadino. David Kramer anotó un triple pero fue un espejismo. Con Joe Thomasson muy bien defendido pues apenas pudo lanzar (al descanso tan sólo pudo tirar tres veces anotando una canasta de dos y un tiro libre), el Covirán se atascó en cancha delantera. De hecho, estuvo más de 15 minutos sin casi mirar a canasta.

Juego de equipo

Pero, gracias a la movilidad de los canarios en ataque, y la aparición de Tim Abromaitis, los de Txus Vidorreta alcanzaron la máxima diferencia, 10 puntos, que provocó que de nuevo Pablo Pin parara el choque a 1:51 del descanso (28-38). Al menos, se cortó la sangría y Thomasson pudo anotar para dejar a su equipo ocho abajo camino de los vestuarios.

Tras la lluvia de peluches, que fue todo un espectáculo, arrancó la segunda mitad en cuyo arranque costó superar la defensa amarilla y solo, gracias al talento de jugadores como Christian Díaz que anotó un triple sobre la bocina, evitaron que el Tenerife gozara de una mayor ventaja. Huertas siguió a lo suyo. Lideró a un conjunto que se estaba jugando sus opciones de jugar en la Copa del Rey que se disputará en Málaga en el mes de febrero. Dos canastas seguidas de Marcelinho, la segunda precedida de un balón perdido por una decisión arbitral que nadie entendió y que encendió a Pin, hizo que el preparador nazarí se viera obligado, de nuevo, a pedir tiempo tras 3:19 minutos jugados con tres abajo su equipo (35-48).

Reacción local

La ventaja llegó alcanzar la quincena. Y es que mientras que los visitantes movieron con fluidez el balón en pista delantera, los rojinegros hicieron todo lo contrario, haciendo la ‘guerra’ cada uno por su cuenta. Ante la dinámica que estaba tomando el duelo, desde el banquillo granadino se optó por ordenar defensas alternativas, entre ellas una zona. Así evitaron frenar que los aurinegros anotaran pero ante el aro contrario hubo demasiada precipitación. Desde la defensa lograron un parcial de 8-0 que levantó al Palacio de Deportes teniendo Txux Vidorreta que frenar el vendaval granadino, a 1:33 del final del tercer cuarto y con 43-50 en el electrónico pero sin Huertas en cancha.

El técnico vasco, experto él, devolvió al veterano base a cancha venciendo tan sólo de cinco. Su rival había reducido su ventaja en diez puntos. Y no le falló una vez más. Asumió la responsabilidad y, con la ayuda de Jaime Fernández, dejó al Lenovo 9 por delante a falta de diez minutos para el final (45-54).

Huertas determinante

Thomasson siguió sin aparecer, y sin Costa, ya eran dos de los principales focos anotadores con los que Pin no pudo contar. Pero el de Dayton metió su primer triple y volvió la esperanza. Un 2+1 de Kwan Cheatham y de nuevo Thomasson acercó al Covirán a dos con el Palacio rugiendo al que silenció Cook con un nuevo triple. Kairys hizo olvidar a Felicio en defensa hasta que terminó agotado físicamente. Cosa que parece que a Huertas no le afectó porque cuando estuvo en pista dio un recital y volvió a lanzar a su equipo para dejar sentenciado el partido.

A 2:25 del final del choque, y con nueve puntos abajo, fueron nueve los puntos a remontar. Una misión que terminó siendo imposible pero, al menos, el cuadro rojinegro no bajó los brazos en ningún momento en el penúltimo encuentro de la primera vuelta.

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