En las grandes citas es cuando se muestran los jugadores con personalidad, los que tiran del carro y deciden partidos. Esas 'estrellas' son las que deben marcar la diferencia pero ayer, el cuarteto de jugadores que cumplen con ese rol en el Granada CF no alzaron la voz. La afición esperaba mucho de Piti, Brahimi, Riki o El Arabi pero no estuvieron a la altura. Sea por el buen planteamiento del técnico almeriense o porque no hubo la circulación necesaria para llegar con criterio a la portería de Esteban, lo cierto es que el póker de jugadores que deben ser decisivos no lo está siendo en la recta final de la temporada.

Tampoco estuvo fino el centro del campo pese a los intentos por hacer algo distinto de Fran Rico. Atrás, de los cuatro zagueros, Murillo fue el más sobrio. Bien al corte, no sufrió tanto como su compañero Ilori con Zongo. En los flancos, ni Nyom ni Brayan Angulo fueron los de otras citas. En la portería, no se puede decir que Karnezis estuvo mal porque no tuvo apenas trabajo, pese a encajar dos goles.

En cuanto a los recambios, Diego Buonanotte volvió a desperdiciar una nueva oportunidad de hacer pensar a Lucas Alcaraz que se ha equivocado durante la temporada al no darle más chance. De Ighalo, tras el gol de Anoeta, la afición esperaba que volviera a hacer el milagro... aunque queda un partido y ante Jaime, sí, el portero del día del ascenso en Elche.