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Al filial le va la montaña

  • Los de José Miguel Campos se imponen al Decano por uno a cero, dicen adiós definitivamente a la mala racha y completan su particular Tourmalet con dos victorias en las que no han encajado

Aunque sufra mal de altura cuando se ve arriba en la clasificación, al Granada B le van los puertos de montaña. Siguiendo con los símiles ciclistas, se puede decir que el equipo dirigido por José Miguel Campos encaraba su particular Tourmalet con una pájara, después de sumar dos puntos de los últimos doce posibles, y sale de él en los primeros puestos de la general.

Pintaban bastos para los del mazarronero cuando en el descuento del choque ante el UCAM Murcia llegaba el empate católico. Un mes sin ganar y venía lo peor. Y ahora resulta que lo peor se ha resuelto de la mejor manera posible. Dos triunfos ante rivales muy complicados y con dejando buen sabor de boca.

Y es que si importante es ganar, más aún era desatascar una racha sin sumar de tres en tres que podría haberse alargado hasta casi dos meses. Y tanto como lo anterior, vencer convenciendo y corrigiendo los errores que han penalizado hasta ahora a los granadinistas. El horizonte no era prometedor, pero los recursos son cuando menos esperanzadores para el 'B'.

El triunfo en La Victoria, ya de por sí una plaza complicada, se consiguió además dejando la puerta a cero. Circunstancia que se repitió también ayer en un derbi que deja un dato curioso, pues la de ayer fue la primera vez que los 'cachorros' consiguen vencer esta temporada en Los Cármenes. De los cuatro triunfos que reflejaba el casillero rojiblanco antes del encuentro ante el 'Recre', tres se habían conseguido a domicilio, mientras que el cuarto se fraguó como local en la Ciudad Deportiva Diputación.

El técnico rojiblanco apostó por repetir con la pareja Morante-Carmona en el centro de la defensa. Por delante colocó a Uche como ayudante en la tarea de sacar el balón jugado desde atrás. Nabil actuó como extremo derecho y Clifford como izquierdo, dejando el centro de la zona de creación a Boateng y la punta de lanza al brasileño Denilson; quien a la postre terminaría siendo protagonista del duelo.

El sevillano Alejandro Ceballos -que se estrenaba en el banquillo albiazul, pues no pudo sentarse en partidos anteriores debido a un problema de papeleo con la ficha- dispuso a sus hombres en un 4-4-2 con doble pivote. Objetivo: desarticular el entramado creativo del filial en el centro del campo y salir a la contra con transiciones rápidas.

Y por esos derroteros se desarrollaron los primeros minutos del envite. El filial saltó al césped con más vocación de mantener la posesión, pero algo menos incisivo. El 'Recre' sorprendió a la contra gracias, sobre todo, a la responsabilidad adquirida de Waldo, quien jugaba ayer su primer partido como titular con el primer equipo tras sólo haber disputado diecisiete minutos la semana pasada contra el Cartagena.

Ya en el cuatro, una falta de entendimiento entre Corozo y Dimitrievski estuvo a punto de pasar factura en el luminoso. El lateral cedió de cabeza hacia atrás cuando el meta rojiblanco ya salía al encuentro del esférico, que se dirigía con paso firme hacia una meta completamente vacía. Un sprint del ecuatoriano evitó que llegara un ariete recreativista para rematar la faena.

Tan sólo un minuto después, fue el propio Waldo quien en dos acercamientos consecutivos pudo inaugurar el marcador. El 'B' intentó mitigar la presencia en ataque onubense y un regalo de Manu Molina pudo aprovecharlo Denilson, que remató muy desviado. Pero la mejor llegó en un centro raso de Nabil Jaadi en el 21' que controló Navarrete. A quemarropa fusiló el arco visitante pero Raúl Gálvez salvó el tanto con una estirada rectificada tras desviar un zaguero suyo el cuero. Antes, en el 18', Núñez sirvió y Ernesto remató al cuerpo de uno de los muchos defensas rojiblancos que poblaban el área en ese momento. La alternancia dominaba la fase inicial.

Y en eso se quedó, pues la primera parte no dio más de sí. Nada que ver con la segunda. Quizá algo tenga que ver Peñaranda. No tanto por el solar que habían sido las bandas antes del descanso, sino más bien porque entraba en los planes de Campos darle más minutos al venezolano de los que dispuso en Jaén, la presencia del rapidísimo carrilero revolucionó un duelo que se había apagado pasada el cuarto de hora.

Tan sólo necesitó seis minutos Peñaranda para demostrarlo, en una pugna con la defensa que resolvió metiendo el cuerpo y llevándose el esférico para asistir a Clifford. El ghanés no acertó ante un buen Rubén Gálvez, pero sí Denilson; que controló en el área y se perfiló para sacar un ajustado disparo que tocó el palo y se coló cándida y cadentemente.

Evitar los fallos se antojaba fundamental para sumar los tres puntos y en el primero del 'Recre' no perdonó el filial. Y diez más tarde, otro más. En este caso de Núñez. Resabiado por una falta anterior de Morante, el medio de los onubenses aprovechó que el defensor rojiblanco iba a controlar con su extremidad inferior derecha en el aire para entrarle con los tacos por delante a la altura de la antepierna. Espeluznante. Por fortuna la tibia y el peroné del cordobés siguen intactas. Roja directa y nuevo partido.

Ceballos tuvo que recomponer el esquema dándole entrada a Miguelito por Ernesto. Todos los cambios del Decano fueron obligados, pues además del anterior, Mario y Arthuro ingresaron por las lesiones de Keita y Jiménez. Por una falta que ni fue, Caucelo Sace aprovechó para igualar y mostrarle la segunda amarilla a Peñaranda. Había que aguantar quince minutos sin la principal referencia ofensiva.

Y al contrario que otras veces, el filial lo hizo. Pudo matar Boateng al final, pero también Manu Molina en el interminable descuento de cinco minutos. Y ahí apareció un enorme Dimitrievski para salvar dos puntos vitales.

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