El Covirán Granada mostró su peor cara ante Juaristi ISB que lucha por no descender y que fue muy superior a los granadinos, que no estuvieron acertados y que vuelven a desaprovechar el colchón que tenían con respecto a Estudiantes tras su derrota el pasado lunes. Se perdió por 12 puntos (74-62) pero lo peor fueron las sensaciones mostradas.

Venía avisando Pablo Pin que la cita en tierras vascas no iba a ser fácil y quedó demostrado desde el primer minuto de encuentro. Los rojinegros no cuajaron en su primera mitad el mejor partido de la temporada. Cas siempre por detrás en el marcador, fueron los de Iñaki Jiménez los que, salvo el 1-4 inicial gracias a cuatro puntos seguidos de David Iriarte, dominaron los primeros dos cuartos.

Sin Bropleh

Y lo hicieron gracias a una gran defensa de su zona y al desacierto de los visitantes desde el perímetro. Al término de los primeros diez minutos de partido el 1 de 6 en triples fue le preludio del 3 de 11 con el que se llegó al descanso. A ello contribuyó el mal inicio de choque de Thomas Bropleh, que cometió muy pronto dos faltas personales lo que condicionó su rendimiento. Los de Azpeitia, que luchan por no descender, salieron mucho más concentrados y gracias a un gran Ibon Guridi a su fluidez en ataque, fueron distanciándose en el marcador. Tanto que llegaron a estar ocho arriba en el primer cuarto, aunque la ventaja alcanzó los once (30-19) tras la disputa de algo más de doce minutos de partido y que obligó a Pin a parar el choque con su primer tiempo muerto.

El Covirán no estaba acertado en pista delantera, y atrás le costaba mucho frenar los focos anotadores de un equipo que se estaba jugando la vida...lo mismo que los rojinegros. La entrada de Christian Díaz que permitió jugar con dos bases, puso algo más de orden y, poco a poco, los granadinos fueron recortando distancias. Tanto que un parcial de 0-8 con dos triples seguidos obra de Iriarte y el playmaker canario metieron a su equipo en el choque con toda la segunda mitad por decidir y tan sólo dos puntos por detrás en el electrónico (37-35).

Los rojinegros sufrieron mucho en ataque al no poder superar la buena defensa local

Había partido y de hecho el Covirán arrancó el tercer cuarto con dos canastas seguidas que le sirvió para volver a ponerse por delante. Pero fue un espejismo. Pues Juaristi desde ese momento volvió a apretar a nivel defensivo, en ataque siguió acertado y volvió a distanciarse en el marcador. El joven Sidy Cissoko, tras un triple, devolvió la máxima renta del choque, once puntos, que puso contra las cuerdas a los de Pin. El técnico no encontraba la solución en las rotaciones y la ventaja fue a más. Terminó siendo de 15 puntos y con muy malas sensaciones de cara a los últimos diez minutos (63-48).

Sólo quedaba mejorar a nivel ofensivo y morir en defensa. Atrás dieron un pase adelante pero ante el aro rival costó mucho más. Bropleh siguió sin anotar y cuando eso pasa su equipo lo acusa. Tanto que Cissoko lanzó 16 arriba a 5:33 del final. El arreón final no le llegó para sumar una nueva victoria. La vuelta a Granada en autobús será hizo dura.