Gran partido de fútbol vivido en la tarde de ayer en el derbi de equipos granadinos. Si bien, la mala situación deportiva del Motril hizo que el encuentro se presentase algo 'descafeinado', lo cierto es que en el terreno de juego ambos equipos lucharon como si de un partido decisivo se tratase. El empate final que reflejó el marcador pudo verse alterado para cualquier bando en numerosas ocasiones fruto de la igualdad existente durante los 90 minutos de juego.

Comenzó dominando ligeramente el Motril. Noé Acosta se encargó de llevar la iniciativa motrileña durante los primeros minutos. Poco a poco, el Atlético fue ganando terreno. Sus primeros ataques llegaron a balón parado. Poco después llegó el gol cuando Sergio Cruz a la media vuelta cruzó desde la frontal un balón que sorprendió a la zaga motrileña.

El gol dio alas a los locales, que pasaron a tener el control del partido. Cruz pudo hacer el segundo tras una buena jugada ensayada sin embargo, su disparo se marchó demasiado alto. Aún no se había alcanzado el descanso cuando el colegiado vio una mano del local Igna en su intento de cortar un balón. El penalti fue transformado por Kike, que hizo a su equipo afrontar la segunda parte con mayor optimismo.

Tal y como acabó la primera mitad comenzó la segunda, ya que a los 56 minutos, Noé Acosta cayó en el área derribado por Bacas. El nuevo penalti fue lanzado por Toro Delgado, que mandó el balón por encima del larguero.

La mejor denominación para la segunda mitad pudo ser la de 'futbol por turnos'. A cada jugada de ataque local le seguía una jugada ofensiva visitante. Thierry, Jhony, Acosta y Luengo tuvieron sus ocasiones para el Atlético. Noé Acosta fue el más peligroso de los visitantes. La nota negativa la puso el veterano delantero rojiverde Sergio Cruz, que tras ver dos absurdas tarjetas amarillas de manera consecutiva, se perderá el partido del próximo domingo contra el Arenas.