De todos los jugadores que ha alineado José Ramón Sandoval desde que ha optado por cambiar el sistema de juego, si hay uno que ha salido claramente beneficiado ese es Rubén Rochina. El futbolista valenciano ha dado un golpe en la mesa en la nueva forma de jugar que emplea su equipo demostrando cada partido la calidad que atesora.

Rochina, que se notaba en el campo cuando jugaba en banda que no estaba cómodo, es ahora otro. Y lo es simplemente porque se le ha quitado la responsabilidad de tener que regresar con su par cuando actuaba en banda. Por dentro tiene mucho más espacio no solo por su giros sino por su capacidad para enviar en largo a sus compañeros y llegar al borde del área donde probar su excelente disparo a puerta. Pese a que no está teniendo suerte de cara a la portería rival, no son pocas las veces que lo ha intentado. Algún día batirá al portero rival pero lo importante es que tiene opciones de chutar y terminar las jugadas, algo que lo necesita su equipo como agua de mayo. Ayer lo volvió a demostrar llevando el mayor peligro de su equipo en ataque, si es que asustó al Barcelona en algún momento.

Desde la media punta se encargó de realizar constantes envíos a los dos delanteros así como cambios de orientación principalmente a Edgar. Participó mucho en la creación de juego de su equipo cuando los culés lo permitían pero además trabajó en defensa tratando de presionar a Sergi Roberto que ejerció de Busquets en la tarde de ayer.

A nivel numérico realizó 23 pases acertados, tan solo tres errados, recuperando cuatro balones y perdiendo dos. Pero fue en ataque donde se vio su mejor versión con tres disparos a puerta aunque tan solo uno de ellos fue entre los tres palos.

El capitán rojiblanco que se formó en La Masía está demostrando que con total libertad en el terreno de juego es el único futbolista con visión de fútbol de toda la plantilla. Su única pega en el choque fue la tarjeta amarilla que vio en el minuto 28 que le impedirá jugar ante el Eibar, una ausencia más que destacable que a buen seguro se notará.