La asamblea de trabajadores de Metro de Madrid acordó continuar con la huelga jueves y viernes respetando los servicios mínimos del 50%, a diferencia de lo ocurrido el martes. También se votó a favor de que el sábado y el domingo se trabaje con normalidad, a pesar de que se celebra la manifestación del Orgullo Gay. También se ha advertido de que, en el caso de que se abra cualquier expediente o haya despidos, los trabajadores volverán a la huelga total.  

Más de 3.000 trabajadores de la empresa pública se reunieron en los depósitos de Plaza de Castilla para votar estas propuestas, entre las que se encontraba que tampoco habrá paros el lunes, día en que se reunirá la asamblea para decidir qué hacer a partir de ese momento, ya que la idea es que desde el jueves comience la huelga indefinida. "No es ninguna tregua a la dirección de Metro ni al Gobierno regional, es una tregua que los trabajadores de Metro dan al pueblo de Madrid que no es precisamente quien tiene que sufrir las consecuencias de la incompetencia de los políticos", explicó a los medios de comunicación el portavoz del Comité de huelga, Vicente Rodríguez.

A su juicio, "hay tiempo suficiente respetando los mínimos mañana y el viernes, y no realizando paros ni el sábado, ni el domingo ni el lunes". "Es tiempo suficiente para quien no tiene que utilizar el Metro como medio de transporte y puede acudir a cualquier reunión se siente con los trabajadores de Metro y se llegue al acuerdo", manifestó. En este sentido, recordó que como "trabajadores de empresa mercantil sujeta a negociación colectiva, el Decreto 8/2010 no les tiene por qué afectar" y esa es la razón por la que "de manera unitaria y conjunta" se ha tomado esta decisión. "Esta piña ni la parte ningún político y no lo van a conseguir ni con amenazas ni con expedientes ni con sanciones", añadió.

"Unidad de todos los sindicatos"

El comité de huelga destacó que está formado por diez miembros que representan a los cinco sindicatos más representativos de la compañía (Sindicato de Conductores, UGT, CCOO, Solidaridad Obrera y Sindicato Libre). "Somos los cinco sindicatos y nos estamos dejando la piel todos", indicó un portavoz de Sindicato de Conductores respondiendo así a las acusaciones por parte del consejero de Transportes de la Comunidad de Madrid, José Ignacio Echeverría, y otros miembros del equipo de Gobierno de Esperanza Aguirre que insinuaron estos dos días que la huelga está promovida por un sector muy concreto: los conductores.

Miguel Fernández, de Solidaridad Obrera, lamentó que se haya hecho "sufrir" a los ciudadanos pero remarcó que su postura es la misma que ha tenido desde el pasado 11 de julio "cuando desde el Gobierno de Esperanza Aguirre se anunció que rompían el convenio colectivo". Así, añadió que están todos los trabajadores sin excepción en esta "lucha" por el respeto a lo pactado, "sin siglas, como soldados de hierro" y ha destacado la labor de los piquetes informativos, tanto de mañana como de tarde que han estado informando de cómo avanzaba la situación. En este punto, advirtió, en nombre de todos, de que si se produce cualquier sanción, expediente o despido, se volverá sin más "a la huelga total". "Si hay un sólo expediente o despido volvemos a la huelga total", insistió Fernández, quien apostilló que los sindicatos saben de qué partidas se puede quitar "el despilfarro de Metro". Desde CCOO y UGT afirmaron que los "indecentes" son los políticos de la Comunidad de Madrid, que en la compañía hay "unidad y son todos compañeros" y que con el "respeto" al convenio colectivo se va a ahorrar "más de los 8 millones de euros que se quieren ahorrar con los recortes salariales".

"Reventar Madrid"

También estuvo presente la polémica suscitada por las palabras del portavoz del Comité sobre que "iba a reventar Madrid" con la huelga programada y que los servicios jurídicos de Metro de Madrid han enviado al Fiscal General del Estado, Cándido Conde Pumpido, para determinar si esta expresión puede suponer un delito de amenazas. Martínez insistió: "Si alguien de aquí se cree que con este gesto para los madrileños, los trabajadores, no van a tener que volver a reventar la ciudad lo llevan claro. El tiempo de lucha es largo, es un gesto para el pueblo pero si tenemos que reventar, vamos a ser todos definitivamente".

El objetivo de todo es que a los trabajadores de Metro no se les "toque ni un euro". "El lunes vamos a muerte, se decida lo que se decida, y si tenemos que entrar a matar vamos a matar", apuntó, ante los aplausos y vítores de los asistentes, muchos de los cuales estuvieron escuchando desde fuera del pabellón habilitado para la asamblea ante la falta de aire y espacio. A pesar de que se aprobó esta propuesta por amplia mayoría, hubo trabajadores que ofrecieron otras alternativas: servicios mínimos de un 30%, porque consideran abusivos los establecidos por Transportes (50%) o paros pero con mínimos durante el fin de semana, aprovechando las fiestas de Chueca.