La eurodiputada y secretaria de Economía y Empleo del PSOE, Inmaculada Rodríguez-Piñero, afirmó que la reforma fiscal del Consejo de Ministros es "limosna para las clases medias y los trabajadores y un gran regalo fiscal para las grandes fortunas y las rentas altas", y señaló que el PP promete rebajas tributarias antes de las elecciones y sube los impuestos después.

En este sentido, recordó que así sucedió antes de las generales de noviembre de 2011 pero que luego el Gobierno hizo "todo lo contrario" y subió hasta 50 figuras tributarias, "retirando del bolsillo de los ciudadanos" unos 28.000 millones de euros.

El portavoz económico de CiU en el Congreso, Josep Sánchez Llibre, señaló que el paquete de cambios tributarios es "insuficiente" y exigió al Gobierno que vincule la reducción de la presión fiscal a los ciudadanos con la lucha contra el fraude.

Los nacionalistas consideraron que, pese a "algunos aspectos positivos" incluidos en la reforma, la globalidad de las medidas es "insuficiente, sobre todo en lo que se refiere a la presión fiscal", y lamentaron que a pesar de la reducción de algunos gravámenes el esfuerzo tributario, seguirá siendo "ligeramente superior" al de finales de 2011, cuando el PP llegó al Gobierno.

"Desde CiU intentaremos que todas nuestras propuestas (durante la tramitación parlamentaria de la reforma) vayan encaminadas a conseguir que sean las clases medias, las familias, las pymes y los autónomos los que se puedan beneficiar", afirmó Sánchez-Llibre, que espera poder evitar que ese aumento de la presión fiscal se "consolide" con una "rectificación" durante el trámite en las Cortes.

Por su lado, el coordinador federal de IU y presidente del grupo parlamentario de la Izquierda Plural (IU-ICV-CHA) en el Congreso, Cayo Lara, consideró que la reforma fiscal es "electoralista" y que provocará una reducción de los ingresos tributarios del Estado que deberá acompañarse "necesariamente" de nuevos recortes.

En rueda de prensa en el Congreso, Lara recordó que los populares ya anunciaron el pasado mes de febrero en una convención que habría una bajada de impuestos. A su juicio, si hasta ahora el Gobierno ha estado "mareando la perdiz" es porque pretende lanzar un "mensaje profundamente electoralista" a los ciudadanos de cara a los comicios autonómicos y locales de la próxima primavera.