El concejal del BNG de Cambados (Pontevedra) que llamó "chochito de oro" a la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, renuncia a su acta municipal. Lo ha confirmado a Europa Press el propio Xaquín Charlín González, quien ha precisado que ya anunció su dimisión al Bloque y que la hará oficial el miércoles en el Consistorio.

Xaquín Charlín González hizo este comentario en un blog personal y lo retiró posteriormente. El Bloque Nacionalista Galego había reprobado al concejal y el PPdeG reclamó la "dimisión" de este edil nacionalista.

En declaraciones a los medios en los pasillos del Parlamento, la portavoz del PP gallego, Paula Prado, que compareció acompañada por la viceportavoz parlamentaria Marta Rodríguez Arias, y la responsable de Igualdad, Julia Rodríguez, manifestó su "absoluta reprobación" y tildó esas declaraciones de "absolutamente machista".

Por su parte, el portavoz parlamentario del BNG, Francisco Jorquera, calificó este comentario de "absolutamente reprobable" y, sobre la petición de dimisión, indicó que era una cuestión personal del edil. "El BNG critica rotundamente ese comentario, que entendemos que es absolutamente machista, e insta a esta persona a que rectifique y pida disculpas de inmediato", subrayó.

Los portavoces parlamentarios del PP, Alfonso Alonso; PSOE, Soraya Rodríguez, y CiU, Josep Antoni Duran Lleida, han coincidido en expresar su repulsa por el comentario machista. Alfonso Alonso ha calificado de "absolutamente condenable" la actitud del edil y los "términos obscenos" en que se manifiesta. En declaraciones a los medios en la Cámara Baja, Alonso ha considerado que el concejal no está a la altura del cargo que ocupa como representante público porque "no puede comportarse de esa manera en esos términos y con ese profundo machismo". Igualmente dura se ha mostrado Soraya Rodríguez, en cuya opinión son unas declaraciones repugnantes, claramente rechazables y condenables, que reflejan una forma de entender la política que ella no comparte y que además condena. Rodríguez ha confesado sentirse "mal" por tener que convertirse "en una especie de altavoz" de declaraciones de ese tipo, que, a su entender, no deberían ni comentarse. Para Duran Lleida, las manifestaciones del edil son "intolerables e inaceptables" y no son dignas de la política ni de cualquier otro ámbito. "Es una sandez", ha constatado.