El ministro español de Interior, Jorge Fernández Díaz, afirmó este domingo que la política penitenciaria del Gobierno "no va a cambiar por una o dos manifestaciones" y defendió la política de dispersión de presos, un día después de que miles de personas se manifestaran contra ella en Bilbao.

En declaraciones a los medios españoles en el histórico hotel King David de Jerusalén, Fernández Díaz precisó que si ETA quiere que esta política de dispersión acabe "lo que tiene que hacer es disolverse, ya que el Gobierno español la aplica a toda organización terrorista", sea cual sea su naturaleza. "Tengo que decir, como gobierno, que la política penitenciaria no va a cambiar por una o dos manifestaciones... la política penitenciaria del gobierno se enmarca, como no puede ser de otra manera, en el marco de la ley", recalcó. "Es tan fácil como desvincularse de ETA, en principio, y después, pues arrepentirse de sus crímenes y pedir perdón a las víctimas, sólo con eso la política de dispersión termina porque así lo prevé la ley", agregó. "Y no es a base de manifestaciones sino con actos, tal y como lo establece la ley, como se cambia la política", remarcó.

Al hilo de este argumento, el titular de Interior quiso recordar, igualmente, que la legislación penitenciaria española "es una legislación extraordinariamente garantista", y que la única vía es el respeto escrupuloso de la ley. En este contexto, Fernández Díaz insistió en aclarar que la dispersión no es una ley que afecte en exclusiva a los presos de ETA, sino que también se aplica para otros delitos como los relacionados con el terrorismo yihadista o el crimen organizado. "En el marco de la legislación española la política de dispersión se aplica a todas aquellas personas que cumplen condena perteneciendo a una organización terrorista", afirmó. "Quiere decir que no es privativa de los presos de ETA", ya que por razones obvias también va dirigida a los presos del Grapo, del terrorismo yihadista y del crimen organizado en general, señaló.

El ministro recordó que el objetivo de esta política es que "las personas que pertenecen a una organización terrorista estén sometidas a un menor control por parte de esa organización". "De tal suerte que sean más libres para acogerse a aquellas medidas que la ley les permite para facilitar su reinserción social", detalló. Fernández Díaz enmarcó en este espíritu la reciente operación policial contra el entorno de ETA, que dijo que buscaba romper el tentáculo entre la banda y los presos. "En relación con el golpe que se ha dado al grupo Kt por parte de la Guardia Civil, en una operación dirigida por la Audiencia Nacional y coordinada por la Fiscalía de la Audiencia Nacional, es un golpe al tentáculo que une a ETA con el grupo de presos de ETA", afirmó. "Y pretende precisamente que ese grupo de presos no se vea sometido al yugo, a la tiranía de ETA y puedan libremente, si así lo deciden, acogerse a las medidas que la ley penitenciaria posibilita par acabar con la dispersión y acceder a eventuales permisos y beneficios", recalcó.

Fernández Díaz también deslizó una crítica velada al Partido Nacionalista Vasco (PNV) que apoyó una manifestación en principio prohibida por la Justicia y que sin embargo concitó a más de cien mil personas en Bilbao, según cifras de la Policía. El ministro dijo que se había enterado durante su visita oficial a Jerusalén de que el PNV había argumentado que se trataba de una situación extraordinaria, pero precisó que en su opinión "el PNV y el mundo de la izquierda abertzale que ayer se manifestó tienen poco en común desde el punto de vista sociológico". "Como ministro de Interior no quiero entrar a valorar decisiones de otros partidos, sobre todo con un partido, como el PNV, con el que queremos tener unas relaciones de lealtad institucional y fluidas y de colaboración y cooperación", añadió. "Simplemente decir que quiero hacer mías las valoraciones y las opiniones que haya dicho la presidenta del PP del País Vasco, Arancha Quiroga, porque son muy atinadas en el diagnóstico de lo que sucedió ayer", concluyó.

El ministro finaliza mañana una visita oficial de tres días a Israel que tiene como objetivo estrechar la cooperación bilateral en el terreno de la seguridad, en particular en la lucha contra el terrorismo yihadista y contra el ciber-crimen. Aunque su estancia se ha visto en parte alterada y condicionada por el fallecimiento del ex primer ministro israelí Ariel Sharón, Fernández Díaz ha insistido en calificarla de "fructífera".