Entre leones

Un 'perico' en la final de Copa

  • Felipe González cuestiona el tino del G-8. Seis autonomías aún no han dado el visto bueno a la reforma de la financiación. Aguirre resta protagonismo a Rajoy. Chaves, a la espera de ocupar el piso de Bernat Soria

Felipe González y el G-8

Es de suponer que el ex presidente del Gobierno y actual embajador extraordinario y plenipotenciario para la conmemoración de las Independencias Iberoamericanas, Felipe González, no sabía el pasado lunes, cuando ofreció la conferencia inaugural del acto institucional de este bicentenario en la Casa de América, que el presidente italiano Silvio Berlusconi iba a invitar a España a la próxima reunión que el G-8 celebrará en Italia. Lo supiera o no, González aseguró que hay "signos de esperanza" entre los nubarrones de la crisis económica, pero ironizó sobre la posibilidad de que el G-8 pueda llegar a decir que "lo peor ya pasó". "Como en los últimos 20 años no he visto que nunca el G-8 acierte, pues espero que no lo diga", agregó el ex mandatario español. A su juicio, este selecto grupo de países es un "organismo que no tiene ningún sustento en la legalidad internacional, pero era eficaz en la medida que no daba publicidad a sus opiniones".

15 de julio

Según anunció el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, en el Debate del estado de la Nación, el próximo 15 de julio se reunirá la Comisión de Política Fiscal y Financiera para dar el visto bueno a la reforma de la financiación autonómica. Pero la cosa no está tan clara como parece, y el vicepresidente tercero del Ejecutivo socialista, Manuel Chaves, tiene aún mucho trabajo por delante. Al parecer, la reforma, que incluirá 8.000 millones de euros más, cuenta ahora mismo con el respaldo de 11 autonomías y con el rechazo de seis. Por cierto, para compensar al PSOE almeriense, Juan Callejón será el portavoz socialista en la Comisión de Política Territorial del Congreso de los Diputados.

Viejos amigos

El ex presidente andaluz Manuel Chaves aún sigue en Madrid de hoteles. Dentro de poco ocupará el piso ministerial que dejará libre el ex ministro de Sanidad y Consumo Bernat Soria. Mientras tanto se instala, el vicepresidente tercero del Gobierno está visitando locales que frecuentó en Madrid durante su etapa como diputado y ministro. El pasado domingo compartió mesa y mantel en una céntrica pizzería con Carmen Romero, Carmen Hermosín y Luis Yáñez. Por cierto, Chaves ha sido clave para la inclusión de Romero en la lista de los socialistas a las elecciones europeas. Quien no ha tenido nada que ver ha sido Amparo Rubiales.

Último discurso

Ramón Jáuregui pronunció esta semana su último discurso como secretario general del Grupo Socialista en la reunión con los diputados del PSOE, y advirtió del riesgo de que la falta de apoyos parlamentarios derive en un adelanto de las elecciones generales. Aunque no se mostró del todo pesimista, el número dos en la lista socialista al Parlamento Europeo puso un toque de realismo por la que se les puede venir encima si los socialistas no logran aprobar los Presupuestos Generales del Estado para 2010.

El protocolo

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, tuvo el pasado martes una entrada triunfal en el Congreso de los Diputados. Mientras atendía a los medios de comunicación, logró que su líder, Mariano Rajoy, que apareció poco después, pasara casi inadvertido en su llegada a la Cámara baja. Después, en la tribuna de invitados, Protocolo la situó al lado de la esposa del presidente del Gobierno, Sonsoles Espinosa, tras desalojar el padre de Zapatero. Aunque dio la sensación de que en un momento dado discutían, Aguirre aclaró que sólo estaban comentando que no se escuchaba bien.

De ostras y langostinos

La estrategia del presidente del PP-A, Javier Arenas, de convertir el Consejo Audiovisual de Andalucía en un antro de comilonas e irregularidades se está diluyendo. Tras quedar las numerosos ostradas reducidas a 23 euros en un ejercicio, ahora resulta que un tribunal de Justicia ha dejado en nada de nada el escándalo de los votos particulares. Como siga el asunto así, Arenas va a tener que dedicarse a los langostinos de Sanlúcar, a 600 euros el kilo, si quiere un escándalo de verdad.

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