Mariola Cantarero, soprano

Mariola Cantarero: "El flamenco es algo que se tiene que sentir, no se puede meter dentro de las matemáticas"

La soprano granadina Mariola Cantarero en el Palacio de Carlos V.

La soprano granadina Mariola Cantarero en el Palacio de Carlos V. / Alogafilms (Granada)

La soprano granadina Mariola Cantarero, vuelve al Festival de Música y Danza con un recital libre completamente nuevo e inesperado, un recital que gira en torno a la canción española, acompañada de la guitarra flamenca de José Quevedo ‘Bolita’ y Paquito González en percusión. En su programa combinan el bolero andaluz y los poemas en forma de canciones. Será el Palacio de los Córdova el enclave que acoja este evento tan emocionante para la carrera de la granadina ya que se estrena en el mundo del flamenco, aunque siempre con un pie en el mundo del clásico.

-Ha participado varios años en este evento tan importante para la ciudad y la cultura granadina ¿qué cree que distingue al Festival de Música y Danza de otras citas y festivales? ¿Qué lo hace especial para usted como artista?

-Lo monumental de los espacios donde se desarrollan todos los conciertos y recitales, no solo la Alhambra, sino otro tipo de marcos, desde la Iglesia de San Jerónimo hasta como el Palacio de lo Córdova. Granada tiene rincones increíbles donde el Festival sabe ubicar sus recitales y creo que eso es lo que más lo distingue porque la Alhambra solo existe en Granada. También por su programación, que es muy amplia, abarca desde el flamenco hasta el barroco, entonces ahí tiene cabida todo lo que sea buena música y grandes intérpretes.

-En este recital va a fusionar el flamenco con el canto lírico por primera vez ¿Por qué decidió apostar por esta fusión? ¿Qué cree que aporta cada uno de estos estilos al espectáculo? ¿Hay alguna conexión o similitud sorprendente entre estos géneros que haya descubierto durante el proceso creativo?

-Mi manera de cantar es impostada, es una manera lírica de cantar, hago igual una romanza de zarzuela, un aria de opera que una canción popular folclórica y que una copla. Yo belcantizo todo lo que canto y lo acerco a mi estilo, me da igual que sea flamenco como que sea una canción de Céline Dion. ¿Qué aporto? Creo que no aporto nada al flamenco, el flamenco es enorme, magnánimo, es el que me aporta a mí, el poder disfrutar de ciertas melodías tradicionales y ciertas formas de entender el ritmo que también enriquecen a uno como artista. Más que nada, es darme el gusto y el privilegio de poder interpretar ese tipo de melodías que no tienen porqué estar desterradas a voces como la mía. De ahí nace esta idea y también del hecho de que compositores como Falla, Turina o Barrios quisieron plasmar en partituras lo más hondo del flamenco desde que organizaron el Concurso del Cante Jondo. Ahora humildemente intentamos devolverle al flamenco aquello que los clásicos quisieron cerrar en un folio de papel, entonces se recoge dándole la misma melodía que ellos plasmaron en partitura y devolviéndosela a una guitarra y a una percusión flamenca, ahí se crea la simbiosis. No sé si es fusión, no me gusta esa palabra, sí se que es un enriquecimiento mutuo.

-¿Cómo ha sido el proceso de preparación para este espectáculo? ¿Cuáles han sido los mayores desafíos y las mayores satisfacciones durante la creación de esta propuesta artística?

-La satisfacción es poder hacer música con grandes intérpretes como son ‘Bolita’ y Paquito González porque son gente que tiene una trayectoria brutal, nada mas hay que leer su currículo para ver que son grandes referencias dentro del flamenco hoy en día, son musicazos. Desafíos, es muy difícil para un clásico meterse en este tipo de ritmos porque casi todas las canciones las llevamos a ritmos flamencos, vamos a hacer tanguillos, alegrías, fandangos del Albaicín… Es una manera de sentir el ritmo muy distinta a cómo lo sentimos los clásicos. Ellos marcan las partes de otra manera y hay que adaptarse, la cabeza pega un giro muy importante, de 360 grados, y esa es la dificultad. El flamenco es algo que se tiene que sentir y no se puede meter dentro de las matemáticas o te vas a equivocar. Estoy empezando a sentirlo, porque es enorme… No se le pueden poner muros al mar, yo estoy aprendiendo mucho con esto, es muy complicado meterse en este genero sin sentirlo verdaderamente.

-Este espectáculo tiene como espina dorsal las Siete Canciones de Falla que complementan con canciones compuestas sobre poemas de Campoamor y Francisco de Quevedo ¿Qué cree que aporta la música y el canto a la experiencia de un poema? ¿Cómo influye en la interpretación y la conexión emocional con el público?

-Partiendo de la base de que una soprano, según en qué tesitura se mueva, la letra es complicada de entender. Tenemos una forma distinta de articular las palabras a la voz hablada, (obviamente). Intento todo lo posible que la letra se entienda, porque la música de estos poemas está intrínsecamente unida con acordes más tristes, más alegres… La manera de expresar la palabra es muy importante, debe estar unida a la armonía porque así la gente se adentra en lo que los poetas y escritores querían plasmar: esos sentimientos hechos música. Son importantísimas estas letras, porque te hacen reflexionar y profundizar. Con una melodía sin letra el espectador y oyente puede envolverse en lo que a el le apetezca, como sus recuerdos o vivencias, pero estas canciones te hacen reflexionar de una manera mucho más específica, entonces esas letras son el eje de todo lo que fluye alrededor.

-Antes nos ha hablado sobre José Quevedo y Paquito González, los artistas que le acompañan en este recital, pero ¿podría contarnos un poco más sobre ellos? ¿Cómo se ha desarrollado la colaboración entre ustedes para crear este espectáculo?

-Ha sido una manera muy distinta a la cómo yo estoy acostumbrada porque ellos trabajan sin papeles. Las obras que ha compuesto José Quevedo expresamente para este recital son como un traje a medida para mí. Ha sido brutal el poder trabajar con él, nosotros estábamos con la guitarra, la voz, la letra, el poema de Francisco de Quevedo haciéndolo sobre la marcha, la melodía, los acordes… Era trabajar sobre mi cuerda vocal como si le estuviésemos haciendo un traje a medida, ha sido muy mágico, sobre todo porque él es un gran músico. Y luego, el ambiente que crea Paquito González con toda su percusión es una maravilla, para mí es un sueño poder trabajar con ellos, mi admiración absoluta a estos dos grandes músicos.

-¿Qué le gustaría que el público se llevara después de presenciar este espectáculo único? ¿Qué mensaje o impacto espera transmitir?

-Primero, que se vayan con el oído rico en sonidos nuevos, que descubran algo nuevo. Las Siete de Falla son muy conocidas pero queremos darle ese frescor de la noche granadina, de la Alhambra detrás y de los tonos flamencos pero con una voz clásica. Segundo, que se quiten los prejuicios de lo que han oído hasta ahora y puedan entender o compartir la ilusión de una soprano por hacer algo más allá de lo que se espera de ella, que puedan compartir conmigo esa nueva visión de un mundo dentro de otro mundo. Creo que tenemos que darnos vida los unos a los otros sin prejuicios.

-Además del canto y el estreno de un nuevo álbum, ha estado inmersa en otro proyecto como en el programa televisivo Tierra de Talento, ¿qué puede contarnos sobre su experiencia en la televisión?

-Son los culpables de que este recital se dé porque ha nacido de allí toda esta mezcla de géneros y nuevos territorios inexplorados, esto ha nacido en el programa porque han conseguido hacerme ver un mundo mucho más amplio y lleno de posibilidades artísticas. Para mí ha sido un antes y un después en mi carrera, porque llevo más de 20 años cantando por todos los teatros del mundo y ahora en la etapa en la que me encuentro estoy descubriendo muchas cosas de mí misma de cara al público y siempre ofreciendo algo que sea distinto. Tierra de Talento con Manu Sanchez a la cabeza… no tengo palabras para agradecer todo lo que han enriquecido mi vida tanto personal como artística.

-¿Hay algún otro aspecto que considere relevante y que aún no hemos abordado en esta entrevista?

-El vestuario es interesante, ya que voy a llevar moda granadina. En la primera parte llevo un diseño exclusivo de Monae, que es una diseñadora granadina, llevo joyas de San Eloy, la mítica joyería que hay en la Plaza del Carmen, intento darle un sabor muy granadino y andaluz también porque en la segunda parte llevo un vestido muy ampuloso de una diseñadora sevillana. Intento que todo esté rodeado de arte y sobre todo, que sea muy distinto a lo que se espera de una soprano. Por último, quiero dar gracias al Festival y a Antonio Moral, que ha confiado en mí. Me conoce desde que yo era pequeña y hemos trabajado muchísimo juntos, pero en esta ocasión me consta que es un concierto que le hace especial ilusión por la novedad que encierra.

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