Como una empresa. Así se va a intentar gestionar el Ayuntamiento de Granada en los próximos años para afrontar la actual situación de crisis. El alcalde, José Torres Hurtado, ha puesto al frente de los asuntos económicos municipales a un empresario, Francisco Ledesma, cuyo primer paso al frente de la Concejalía ha sido encargar un plan de choque para la contención del gasto.

La caída drástica de los ingresos que provenían de la actividad urbanística y de otros aspectos relacionados con la crisis económica general han dejado en muy mala situación al Ayuntamiento de la capital que, como la mayoría de los municipios, se encuentra superado por la falta de ingresos, las deudas de acreedores y bancos, la acumulación de facturas y una gran estructura que genera un enorme gasto corriente. 

En los últimos años de crisis económica las inversiones se han congelado y los servicios municipales se siguen prestando, aunque a costa de aumentar día a día la enorme factura pendiente de las empresas concesionarias, que incluso tienen complicado pagar a sus trabajadores. Estos últimos además han protagonizado huelgas o han amenazado con ellas, lo que significa que toda la ciudad queda repercutida negativamente .

La situación provocó que el Ayuntamiento tuviera que hacer un plan de reequilibrio y otro de saneamiento para dar cuenta y permitir una cierta tutela de las administraciones autonómica y central. El cumplimiento de estos planes, que establecían una pauta de recortes drásticos en estos años, ha sido limitado por la inercia de gasto que genera la Administración local.

En las pasadas elecciones municipales la austeridad ha sido una de las palabras más utilizadas por los políticos para prometer una forma de gestionar el dinero público en los ayuntamientos. El PP de la capital insistió mucho en esta estrategia y ahora su desarrollo está en manos de Ledesma, que en las menos de tres semanas que lleva en la Plaza del Carmen ha establecido una hoja de ruta para tratar de retomar el equilibrio económico en el Consistorio.

Lo más urgente, según explicó el propio edil, ha sido pedir a toda la cúpula de técnicos del área de Economía que elaboren un plan de choque para la contención del gasto. Este programa tendrá que ser aplicado a todas las concejalías. La idea es que cada una de esas áreas utilice los mismos criterios para elaborar una memoria en la que se justifiquen detalladamente cada una de las partidas y la cuantía mínima que se necesita para ellas. 

La primera premisa de ese plan de choque es la contención de gasto eliminando partidas ineficientes o duplicadas. El análisis de cada uno de los apartados presupuestarios permitirá descubrir, en opinión de Ledesma, si hay partidas que se solapan con otras y se podrían ahorrar. "Es un trabajo de fontanería", agregó el concejal popular, quien garantizó que pedirá "justificación de cada euro" que se gasta en las áreas municipales.

El capítulo de personal es el más costoso para el Ayuntamiento de la capital, de ahí que éste sea uno de los aspectos que más se va a estudiar. Por el momento se ha comenzado eliminando una parte del personal de confianza aprovechando el inicio de un nuevo mandato, cuando cesan esos cargos y han de ser nombrados de nuevo. La medida puede ahorrar a la ciudad más de 600.000 euros. 

El área de Economía ya ha comenzado a trabajar en las ordenanzas fiscales y en el presupuesto de 2012 con estos criterios, si bien no tienen aún establecido ningún objetivo concreto de recorte, en términos numéricos o porcentuales. Para ello esperarán a recibir las memorias de cada área municipal.

La medida más drástica para conseguir mermar el presupuesto municipal y aplacar el déficit de la Administración local se la reserva Ledesma para 2013 porque considera que no es viable ya para el año que viene. Se trata de hacer un presupuesto en base cero. Es decir, unas cuentas en las que no se tomen de base las partidas de años anteriores para subirlas, mantenerlas o bajarlas. Sería como comenzar de nuevo, creando en cada área municipal las nuevas partidas que consideren necesarias para un gasto ajustado a mínimos. 

El otro gran criterio a aplicar es el de la persecución del fraude fiscal, reforzando para ello la inspección municipal. "Hay que dejar claro que no tenemos con esto solo un afán recaudador, sino que esto beneficia a los ciudadanos porque supone un reparto más equitativo de las cargas".

Tal y como anunció el PP en su campaña electoral, el Ayuntamiento ya ha comenzado a proponer convenios con las empresas, sobre todo las pequeñas y medianas, para compensar las deudas. Es decir, el Ayuntamiento ofrece exenciones de sus obligaciones fiscales con la Administración local para compensar las cantidades que el municipio les adeuda. 

Para el aumento de los ingresos que vienen directamente de los ciudadanos, el gobierno local también tiene otra medida prevista, que es la creación de la Oficina de Respuesta Rápida. Se trata de un lugar donde los funcionarios darán una respuesta única a los ciudadanos. De este modo, los contribuyentes podrán dirigirse a este departamento para solventar todas sus dudas, problemas o pagos que tienen que ver con el Ayuntamiento de Granada. El usuario podrá pagar, por ejemplo, un recibo de IBI y en el mismo momento ponerse al día de las multas que tiene pendientes.