Covid-19

Bares y comercios de Granada abiertos de noche: “Un balón de oxígeno”

  • Hosteleros y comerciantes se alegran de la ampliación de horarios pero con cautela por la evolución del virus

Ambiente en los exteriores de un bar del centro de Granada

Ambiente en los exteriores de un bar del centro de Granada / María Romero (Photographerssports)

Más de dos meses después, Granada volvió a hacer vida nocturna. Al menos un poco. La provincia estrenó ayer los nuevos horarios vigentes para las próximas tres semanas en las que se permitirá que los comercios abran en su horario habitual y los bares y restaurantes, como máximo hasta las diez y media de la noche. Los ciudadanos han ganado cuatro horas más de hacer cosas 'lo más normales posibles', y poder estar en las calles hasta las once de la noche, cuando ahora empieza el toque de queda.

Y eso hizo que los ánimos fueran otros. Demasiado pronto ponen un caramelo para que los granadinos lo saboreen, y aunque el frío fuera más intenso que en días precedentes, las terrazas y los bares estuvieron llenos sin la 'cortada de rollo' de terminar a las seis de la tarde. En algunos incluso se pudo comprobar que no había distancia de seguridad ni mascarillas, como en un bar del centro histórico de la capital. En otros sí que se cumplían las normas de distancia en exteriores, aunque encontrar mesa fuera una tarea casi imposible.

Esta nueva situación fue saludada por Gregorio García, presidente de la Federación de Empresas de Hostelería y Turismo de Granada, aunque aún la ve "insuficiente" para sus intereses "al no estar abierta la provincia para moverse". "La hostelería tiene un respiro", dijo García, que cree que no se ganará tanto con las cenas porque "se cierra muy pronto y no estamos acostumbrados", pero lamentó que en el sector del turismo "estamos muertos" porque no habrá movilidad entre provincias en Semana Santa. "Se puede aprovechar la tarde y algo de la noche, pero el resto del turismo no funciona, no hay gente, y somos los granadinos los que tenemos que consumir", comentó el presidente de los hosteleros, que prefiere no hacer previsiones para las próximas semanas.

Los bares fueron el lugar de concentración de los granadinos ayer, y eso lo notó de entrada el comercio. La presidenta de la Federación Provincial de Comercio de Granada, María Castillo, lo vivió en su propia tienda: "La gente está alargando el café". Entre las largas sobremesas que volvieron, el "poco ambiente" en las calles, y que "la gente se ha acostumbrado a no salir por la tarde", solo quedaba esperar.

Castillo cree que esta medida les da "un balón de oxígeno" para "poder levantarnos", pero plantea los problemas a los que se van a enfrentar muchos comerciantes, que tienen que decidir "si sacan a los empleados de los ERTEs" cuando esta situación de apertura puede ser provisional, lo que les hará evaluar si tienen "personal suficiente" o si entonces han de "doblar turnos". "Es un problema para los comerciantes y se están pensando en qué pueden hacer y cómo lo pueden hacer", revela.

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